Hugo Martoccia
Desde hace varias semanas una insistente versión comenzó a cruzar el entorno político de la gobernadora Mara Lezama. El dato apunta hacia el costado electoral, que parece ser el que pone más nerviosos a todos en el marismo y sus alrededores. Ese rumor dice que la gobernadora podría estar preparando a su hermana, la presidenta del DIF estatal, Verónica Lezama, para resolverle alguna de las candidaturas que debe resolver.
En un principio se habló de una diputación, incluso federal, pero en vista de la muy compleja situación en Cancún, ya no se descarta que esa pudiera ser la mayor sorpresa: que Verónica Lezama vaya como candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez.
¿Cómo surgió ese rumor? Nadie se hace cargo de haber oído a Mara hablar sobre el tema, y nadie en la cúpula del poder lo confirma, pero hay datos irrefutables alrededor de esa versión. Tienen que ver con recursos económicos y publicitarios.
Mientras toda la política mira los 974 millones de pesos que maneja la Secretaría del Bienestar a cargo del verde ecologista Pablo Bustamante, casi todos olvidan los 1138 millones que maneja Vero Lezama en el DIF.
A Bienestar le multiplicaron los recursos casi por 4 con respecto a 2022, y la base de programas sociales que tiene lo hace una plataforma inmejorable para que Bustamante sueñe con ser candidato a alcalde de Cancún.
Pero al DIF tampoco le fue mal. Le aumentaron más de un 100% los recursos. Pasaron de 554 millones en 2022 a 1138 millones en 2023; nada más y nada menos que 584 millones de pesos más, que también están directamente destinados a política social. Se trata de una plataforma fabulosa para hacer política electoral.
Y hay un dato extra: Mara le ha dado a Verónica un lugar preponderante en su estrategia de comunicación. La hermana de la gobernadora está bajo un cuidado especial, y comparte mucho cartel con la mandataria estatal. Es tratada con deferencia por todos los funcionarios y el morenismo, porque saben que allí radica una referente fundamental del marismo en su expresión más íntima y cercana.
Opciones
Hasta ahora, dentro de las opciones electorales posibles, la de Benito Juárez es la primera que aparece en el mapa, pero también la más sorprendente. Sería una sorpresa mayúscula para todos, tanto para la 4T como para la oposición. ¿O no tanto?. Si ya hay dando vueltas nombres de regidores, diputados y militantes diversos (hay más de una decena de anotados que difícilmente tengan más de un dígito de intención de voto) ¿por qué no podría estar el de la presidenta del DIF?.
Es evidente que Verónica Lezama no es una presidenta honoraria de perfil bajo y mucho menos de papel obligado. No aparece, como han sido algunas esposas de gobernadores, sólo para la foto y de vez en cuando. A Verónica le sienta bien la agenda ajetreada, y ha aparecido siempre en los eventos más importantes y políticamente trascendentes de Mara. El lugar que se le da en esa agenda no tiene nada que ver con alguien que va por obligación o relleno.
La pregunta es qué haría Morena ante una situación así. Puede haber algunas voces que se enojen, pero hay un punto de vista interesante a tomar en cuenta. Un marista lo explica así:
“Para lograr la candidatura hay que ganar la encuesta; y si aparece el apellido Lezama, no se quien más le pueda ganar”.
La frase apunta a algo que en este espacio se ha dicho varias veces: no hay en el entorno directo o indirecto de la gobernadora un nombre que tenga números mejores a los de los demás. Todos están más o menos en el mismo lugar. Entonces, siempre será una decisión de Mara.
Y lo que alimenta más y más la versión, es que la diputada federal Anahí González continúa sin levantar su perfil. Aquí ya se dijo varias veces: Anahí es la candidata de Mara en los papeles, pero está alejada del presupuesto, que es donde se mide la cercanía en la política. Algo no encaja en ese cuento de hadas.
Una versión que ha corrido muy fuerte en las últimas semanas en el entorno de Gobierno, es que en breve se le encargaría a Anahí el manejo de algunos programas sociales, para ponerla a competir en serio. Pero el tiempo pasa y la diputada no sale más allá del morenismo puro, a donde la conocen y tiene sus aliados.
Ese es el cuadro de situación general, pero antes de cerrar la versión Vero Lezama, hay que recordar las dos versiones sobre Benito Juárez que llevan más tiempo en la calle.
Una dice que, a pesar de no tener presupuesto en este momento, Anahí es la elegida porque está en el lugar y el momento correctos (cerca de Mara e incrustada en la estructura de Claudia Sheinbaum) y será la candidata.
Otra versión dice que Cancún es para el Partido Verde y así será sin dudas, aunque sea necesario ponerle al candidato o la candidata la ropa guinda de Morena.
Elija el lector la que más le convenza. O sume alguna más.
Más acá y más allá de la 4T
La otra cara visible de Morena es Marybel Villegas. La senadora juega su papel de “candidata natural”. Se mueve con agenda de campaña, y a quien le pregunta le dice que está lista para la encuesta.
La reunión que días atrás sostuvo el Presidente Andrés Manuel López Obrador con los senadores y las corcholatas, y que significó algo así como la reconciliación del mandatario federal con Ricardo Monreal, le trajo buenas noticias a la senadora.
En esa reunión el Presidente pidió unidad, pero también dijo que los 4 precandidatos se sentarán a la mesa de la toma de decisiones, para que esa unidad pueda preservarse. Marybel cree que en ese nuevo entorno más político y conciliador, Monreal puede ayudarla a defender su postura, en el sentido de que esta vez no la pueden dejar sin la candidatura de Cancún, porque ya no hay argumentos para hacerlo.
La senadora está convencida de que nadie le puede ganar la encuesta, y considera que si se hace un acuerdo para respetar los resultados de las encuestas, la candidatura sería para ella.
¿Y si Mara la veta? Ahí se abre un panorama muy interesante, con oposiciones diversas. La puerta más cercana que tiene Marybel como opción política es la del PT, en donde el contacto ya ha sido establecido, como se dio a conocer en este espacio semanas atrás.
Y del lado de la oposición, prácticamente todos los partidos han tenido algún tipo de comunicación informal con ella. Partido no le faltaría, aunque tampoco es un camino tan fácil de transitar.
Mara ya ha empezado a interpretar los gestos políticos alrededor de Marybel, y a moverse en consecuencia. ¿Sería Verónica Lezama una de las respuestas a eso? ¿O es un simple buscapié o un juego de distracción?
Una gobernadora tiene incontables recursos para poner trabas o ayudar a propios y extraños. Ninguna versión es inocente de ser, de alguna manera, parte de ese juego.