Por Javier Chumacero
PLAYA DEL CARMEN. – Decenas de árboles caídos, alguna que otra lámina que se vino abajo, y la Quinta Avenida tapizada de lodo, fue lo que dejó el huracán “Delta” en su breve estancia en la ciudad.
Amaneció y las ráfagas de viento fueron intensas. El oleaje no subió los metros que se había anticipado, y los refugios albergaron a más de 200 turistas nacionales y extranjeros con todo y bebés.
Sin servicio de transporte público y pocos taxis en la calle, los bomberos arrancaron sus actividades de limpieza de vialidades.
En avenida Solidaridad, cerca de la colonia Misión del Carmen, fueron cayendo uno a uno todos los árboles del camellón. Villas del Sol tuvo un paisaje color verde en sus calles, y un tramo de la carretera federal 307 sufrió inundaciones.
Los cortes de energía fueron en todos los puntos de la ciudad. Los daños materiales se acentuaron en Xcalacoco, muy cerca de Puerto Morelos. Personal de CFE se dieron a la tarea poco a poco de recuperar el servicio.
La Quinta Avenida aún en trabajos de rehabilitación, recibió a los turistas con charcos y lodo. Algunos comerciantes se animaron a abrir en busca de vender su mercancía.
El cielo permaneció brumoso y los aires de “Delta” hicieron su parte y erosionaron las playas centrícas. Este detalle poco importó a los visitantes que pese a que no había acceso, pasaron a tomarse la foto del recuerdo.
Durante la madrugada en la incursión del meteoro, nacieron tres pequeños en el Hospital General, cuyo director Francisco Granados informó que el inmueble resistió y sólo hubo filtraciones de agua pequeñas.