En estos tiempos de la 4T, la figura del diputado federal, ya de por sí muy cuestionada, se ha distorsionado por completo.
Casi todos los diputados federales suponen que les pagan como ser activistas de sus partidos y dejan a un lado la mayor parte de sus obligaciones, entre ellas la de atender las demandas de sus representados.
En toda la entidad, pero sobre todo en el norte, persisten los apagones, que es cosa de la CFE, un organismo federal, pero los diputados federales ni enterados.
Incluso en Holbox y Chiquilá hay amenazas de bloqueos de carreteras por parte de los ciudadanos que están hartos de la CFE.
Por cierto, el municipio de Lázaro Cárdenas pertenece al 01 Distrito, cuyo diputado es Juan Carrillo Soberanis, parece que está más ocupado a las denuncias que enfrenta por malos manejos cuando fue alcalde de Isla Mujeres, sus actos de precampaña y sus encomiendas en el Verde y, por si fuera poco, en sus intentos para que la titular de SEOP, Irazú Sarabia sea alcaldesa de Chetumal.
Pero, lo mismo se reproduce en los demás distritos legislativos federales de la entidad. En el 02 Distrito, de Chetumal, Anahí está en su precampaña para alcaldesa de Cancún y en labor de coordinadora local de campaña de Claudia Sheinbaum y en el 03, Alberto Batún, sigue orbitando en la selficracia, mientras que Laura Fernández, ahora en el PRD, se mantiene en un bajo perfil por “obvias razones” y Santy Montemayor, sigue los instructivos de los diputados plurinominales.
Cinco diputadas y diputados que sólo representan sus propios interéses político-electorales inmediatos.