Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
VALENCIA .- La devastación provocada por la DANA ha dejado a Valencia en un estado de emergencia, y ahora, a la tragedia de las inundaciones se suma una alarmante ola de saqueos. Mientras la ciudad intenta recuperarse de la catástrofe que ha causado más de 200 muertes, los actos vandálicos han comenzado a proliferar, poniendo en riesgo la seguridad de sus habitantes.
En las últimas horas, numerosos comercios, desde locales de alimentos hasta joyerías, han sido saqueados en medio de la desesperación. La escasez de productos básicos ha llevado a muchos a actuar de manera impulsiva, generando un ambiente de caos en las calles que antes eran símbolo de tranquilidad.
La Policía Nacional ha intervenido con firmeza, realizando 39 detenciones relacionadas con los robos en las áreas más afectadas. Entre los artículos sustraídos se incluyen 80 joyas valoradas en más de 30,000 euros. La Unidad de Intervención Policial (UIP) ha sido movilizada para contener los disturbios y garantizar la seguridad pública.
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El desbordamiento de la situación ha llevado a una creciente preocupación entre los ciudadanos, que observan cómo algunos delincuentes escapan a toda velocidad en medio del desorden. Las autoridades han prometido una respuesta contundente, intensificando la vigilancia en las zonas más vulnerables.
En respuesta a la crisis, aproximadamente 500 soldados se han sumado a las labores de apoyo, elevando el número total de efectivos a 1,700. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que se movilizarán todos los recursos necesarios para restaurar el orden y ayudar a la comunidad afectada.
Valencia, que se había ganado el apodo de “ciudad apacible”, enfrenta ahora una difícil realidad marcada por la devastación y el vandalismo. Las autoridades trabajan contrarreloj para restablecer la calma y atender las necesidades de una población que, tras la tragedia de la DANA, se encuentra también lidiando con la inseguridad y el desasosiego.