Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CADEREYTA.- El Senador del Movimiento Naranja, Samuel García, ublicó un mensaje en Twitter para advertir que clausuraría de manera simbólica la refinería de Cadereyta porque representaba una fuente de contaminación para Nuevo León. Sin embargo, el senador fue confrontado por un grupo de trabajadores de Pemex, quienes no dejaron que su auto se acercara a las instalaciones de la refinería.
“¡Fuera, Samuel, fuera!”, eran los gritos que se dejaron escuchar en las inmediaciones de la refinería de Cadereyta mientras el joven senador intentaba abrirse paso entre los trabajadores —quienes no recibieron con entusiasmo la propuesta del legislador conocido por vender cubrebocas en redes sociales y armar un fiestón cuando la pandemia de coronavirus comenzaba a hacer sus estragos en tierras mexicanas.
“Con mucho respeto quiero insistirle a los trabajadores de Pemex, que esta clausura simbólica no es contra ustedes y que no queremos que se queden sin empleo”, escribió Samuel García tras ver la reacción de los petroleros.
Cuando el Senador arribó al lugar a bordo de una camioneta tipo Jeep color gris, los trabajadores comenzaron a negarle el paso y le pegaron al vehículo en repetidas ocasiones.
Algunos de los cristales de la camioneta se quebraron a raíz de los golpes, por lo que Samuel García tuvo que dar marcha atrás y se retiró del lugar.
Más tarde, García denunció los actos violentos en su cuenta de Twitter. Expuso que el acto simbólico no es contra los trabajadores, y que realmente busca una alianza con ellos para que la refinería “deje de envenenar a la población”.
Añadió que la falta de modernidad en las instalaciones tiene que ver con la corrupción existente en Pemex, con lo que se cobra la vida de cientos de personas a causa de la contaminación.
A pesar de sus declaraciones, usuarios de redes sociales y trabajadores rechazaron las acciones del funcionario neoleonense y lo señalaron como un influencer y no como un político. Agregaron que él sólo busca crear shows para que la gente lo visibilice.
Para terminar con esta historia, vale decir que Samuel García se escudó bajo el argumento de que había recibido denuncias contra la refinería, además de que estaba respaldado por organizaciones civiles.
Sin embargo, lo único que logró fue el descontento de los petroleros, que hasta montaron guardia para antes de la llegada del senador a la refinería de Cadereyta
Con información de Sopitas y Sin Embargo