La “renuncia” de Óscar Montes de Oca como titular de la Fiscalía General del Estado ya está decidida, pero su proceso de salida no es tan sencillo.
Para muchos, Montés de Oca es parte de las “herencias” que dejó el ex gobernador (panista), Carlos Joaquín González, quien, como al final quedó confirmado, arregló su salida con la 4T, tanto la del Altiplano, como la caribeña.
Pero, la cosa aún es peor. Montes de Oca llegó a la FGE de la mano del siniestro Juan de la Luz Enríquez Kanfachi, quien fue jefe de asesores y luego coordinador de gabinete en el sexenio anterior, aunque en realidad era el que mandaba en el estado. Era como una especie de primer ministro mientras Carlos Joaquín era como el príncipe Carlos I.
La continuidad Oscar Montes de Oca, para el joquinismo, era más que obviamente necesaria, sobre todo por lo que ahora se empieza a documentar en Tulum que funcionarios jaoquinistas aparecen como “despojadores” de terrenos.
Un dato no menor, es que el secretario particular de Montes de Oca es Jesús Enríquez Kanfachi; sí, el hermano de Juan de la Luz.
Pero, como señalaron diputados del Grupo Plural Montes de Oca es insostenible y su salida es urgente.
El detalle es que Óscar Montes de Oca forma parte de los pactos y su salida no puede ser ni rápida ni expedita.