Como suele ocurrir cuando el gobierno, cualquiera de sus tres niveles, queda rebasada, es la sociedad civil la que sale al quite.
Y así pasó en Holbox, en donde un voraz incendio, que afectó a dos hoteles, exhibió la indolencia de la autoridad pues la isla, pese su relevante infraestructura y restaurantera, no cuenta con una estación de bomberos.
Empresas y ciudadanos salieron al quite.
En medio de este terrible episodio Barcos Holbox Express apoyó con sus embarcaciones para el traslado equipo y personal de rescate procedentes de la zona continental.
La urgencia era “pasar” personal, vehículos, pipas y equipo para atender los incendios.
Por lo menos fueron trasladados como 30 vehículos de los departamentos de bomberos de Benito Juárez y Solidaridad, así como de Kantunilkín, la cabecera municipal.
Lo cierto es que los holboxeños pusieron su parte.