Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MOSCU. El titular del Kremlin, Vladimir Putin, anunció ayer que el ejército ruso a partir de este año tendrá disponibles en estado de alerta operativa las primeras instalaciones de lanzamiento del sistema de misiles Sarmat, con el nuevo misil (intercontinental) pesado, el componente más poderoso del arsenal nuclear de este país, capaz de portar múltiples ojivas y apodado Satán II por Estados Unidos y sus aliados de la alianza noratlántica.
Lo dijo en su mensaje de felicitación con motivo del Día del Defensor de la Patria, grabado y difundido por el servicio de prensa de la presidencia, en el cual también mencionó que continuará la producción en serie de misiles hipersónicos Kinzhal para la fuerza aérea y comenzará el suministro de misiles hipersónicos Tsirkon.
Indicó que, aparte de que ya se incorporó a la marina de guerra el submarino nuclear de última generación Emperador Aleksandr III, en los próximos años la flota rusa tendrá tres submarinos nucleares adicionales.
Algunos observadores consideran que no es casual el énfasis que puso Putin en seguir modernizando las fuerzas estratégicas de su arsenal nuclear, después de suspender la participación de Rusia en el Tratado Start-III, el último convenio que limita el número de ojivas y rampas de lanzamiento entre Moscú y Washington.
Creen que los anuncios de Putin encierran un triple mensaje: un recordatorio a Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, de la necesidad de actualizar el Start-III; una advertencia de que Rusia tiene con qué responder a cualquier desafío contra su seguridad, y una constatación de que el Kremlin se prepara para una larga guerra y sus tropas recibirán a la brevedad el armamento convencional que les está faltando en los campos de batalla en Ucrania.
Los más escépticos, en cambio, creen que con este video, en ocasión de la fiesta de los militares rusos, el presidente trató de compensar el mal sabor de boca que habría dejado el más reciente ensayo de un misil Sarmat, el 20 de febrero, que Rusia lanzó el mismo día que el presidente estadunidense, Joe Biden, estaba en Kiev, de acuerdo con el Pentágono, basándose en los datos recabados por sus satélites y radares.
Molestia
En otro orden de cosas, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, expresó su molestia por el hecho de que el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, viajó a Moscú a detallar la iniciativa china para la paz al presidente Vladimir Putin y no consideró necesario hablar con él en Kiev, transmitiendo su contenido al canciller Dmytro Kuleba durante la reunión que mantuvieron en Múnich al asistir a la Conferencia de Seguridad.
No lo afirmó así, pero lo dio a entender al decir que “no he visto ningún plan chino para poner fin a la guerra (…), sólo he oído algo sobre las propuestas chinas a través de diplomáticos ucranios”.
Zelensky, no obstante su enojo, dijo que nos gustaría reunirnos con China, está en nuestro interés, y consideró alentador que el gigante asiático quiera mediar para lograr la paz.
Con información de La Jornada/Juan Pablo Duch