Las alcaldesas de Chetumal, Yensunni Martínez, y de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández, estaban llamadas a ser parte fundamental en la estrategia de Morena en el sur del estado.
Pero, tras cuatro meses de estar al frente de la capital y del principal municipio de la zona maya, Yensunní y Mary se han convertido en pasivos para la causa de Morena de cara a las elecciones de 2022.
Y los principales agraviados de Yensunní y Mary han sido militantes, simpatizantes y activistas de Morena.
De entrada, se señala la exclusión de cuadros valiosos no sólo por ser de “grupos” contrarios, sino por representar “competencia” en las aspiraciones futuras de las alcaldesas.
Pero, además, se les acusa de aplicar recortes y descuentos a las autoridades delegaciones (de las comunidades rurales), quienes a final de cuentas, son los que hacen el llamado “trabajo de campo”
Yenssuni y Mary no están sumando, y al contrario han restado y siguen dividiendo, y los efectos no sólo son en detrimento de sus respectivos de gobierno, sino para toda la causa de Morena en Quintana Roo.