Como casi todos los partidos del estado, Morena carece de vida propia y su derrotero es marcado desde las coordenadas del Altiplano.
Hasta hace unos días, la lucha por la dirigencia nacional de Morera era entre Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján y de esta manera estaban divididos los liderazgos de Morena en el estado. Cada grupo con el triunfo de una u otra aspirante, definiría su futuro en las elecciones inmediatas.
Apenas la semana pasada, hubo un acuerdo entre los principales “referentes” locales, incluidos cuatro aspirantes a la gubernatura, promovida por el líder moral de Morena en la entidad, Rafael Marín, para definir a una dirigencia estatal, pero que tiene que pasar por el comité nacional del Partido.
Pero, el resolutivo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sobre la forma de elección de la dirigencia nacional, cambia también en Quintana Roo las expectativas de los liderazgos locales morenistas.
Los enterados señalan que el método de encuesta -definido por el TEPJF- favorece al diputado federal, Mario Delgado, con lo que, al mismo tiempo, pierde fuerza el comité nacional. encabezado por Alfonso Ramírez Cuellar, vinculado con Bertha Luján.
En realidad, Mario Delgado ya contaría con la bendición de Andrés Manuel López Obrador. Punto final.
Y ahora, en Quintana Roo, muchos buscan cambar de barco e irse con Mario Delgado.
Por lo pronto, dos que “ya se ven”, con el cobijo de Mario Delgado, son Luis Alegre y Reyna Durán, que aspiran, respectivamente, a la gubernatura y a la presidencia municipal de Benito Juárez.