No es que Andrés Manuel López Obrador haya minimizado el conflicto de taxistas vs Uber por autoreflejo ante las insistentes preguntas acerca de los bloqueos y las agresiones.
El detalle, diría el clásico, es que fotografías del tema estuvieron en las primeras planas de periódicos de Ciudad de México, a los que el Presidente les tiene odio jarocho, o mejor dicho odio tabasqueño.
En automático el Presidente dijo que el tema se ha maximizado por sus adversarios “conservadores” y que problemas hay todo el tiempo y en todo el País.
Se entiende que López Obrador se defienda de sus detractores cuantas veces pueda y contraataque con mayor furia, pero…
La realidad es que el conflicto se está volviendo una bomba de tiempo y no puede reducirse a que las fotos y videos de las agresiones están siendo usadas como lodo contra Palacio Nacional.
Y mientras se trata de oportunismo de conservadores o no, los taxistas volvieron anoche a dar un “golpe de mesa”.