Previo al huracán “Zeta” hubo una especie de campaña para que los ciudadanos no tomen fotos y mucho menos difundan cualquier secuela del meteoro como árboles o postes derribados.
El propósito, según, era no afectar el turismo.
Pero, como diría el clásico: un cosa es una cosa y otra cosa, es otra cosa.
En Cozumel llegaron al extremo de hacer un especie de frente en redes sociales para arremeter contra la información periodista sobre los daños provocados por “Zeta” en la isla.
Una cosa son las libertades y otra cosa es el turismo.
Y otra más importante es respetar las libertades