Con la elección el proceso electoral a la vuelta de la esquina, Morena se fractura cada vez más en Quintana Roo.
No es la mejor de las condiciones llegar dividido a una contienda. En Quintana Roo hay duras lecciones más o menos recientes de lo que pasa cuando priva el “fuego amigo”: el PRD en 2013 y el PRI en 2016.
Los síntomas de la división en Morena son más que evidentes, de cara a los comicios concurrentes de 2021.
Ya encendió las redes sociales el encuentro de “yeidckolistas” en una popular café de “grillos” del centro de Cancún para “hacérsela de jamón” a la delegada, Liliana Castro, cuyo principal “pecado” es ser afín a Bertha Luján, archienemiga de Yeidckol Polevnsky.
En otro frente, Marybel Villegas ha salido a las calles de Cancún y ha formulado críticas a la gestión de la alcaldesa Mara Lezama. Se dice que la senadora iría por la presidencia municipal de Benito Juárez.
Y ésto apenas empieza.