Para muchos el cinismo es una “cualidad” para hacer política y hasta periodismo.
Desde hace tres semanas, trascendió el rumor, que “fuera de las recomendaciones” por la contigencia del COVID-19 se estaba obligando a trabajar en las oficinas al staff de Comunación Social de Solidaridad (Playa del Carmen).
Al titular de esa dependencia, Román Contreras Nahón, -importado de Morelos por la alcaldesa Laura Beristaín- le valieron los protocolos y, mucho menos, la salud de sus compañeros de trabajo.
La consigna era hacer lucir a la Presidente Municipal en la contingencia, en coberturas, como la entrega de despensas.
Esta mañana Contreras y Beristaín salen al paso con evasivas fuera de lugar, tras el fallecimiento de la periodista Martha Caballero, que formaba parte del staff de Comunicación Social de la comuna playense y que, cuando estaba hospitalizada escribió un crudo mensaje sobre la negligencia del funcionario en la contigencia.
En tanto, se resuelve la responsabilidad legal, hay una responsabilidad política de Contreras Nahón, que ya debería de tener su renuncia en el escritorio de la Alcaldesa y ella, aceptarla “ipso facto”.
Pero, en Quintana Roo una de las “virtudes” de muchos de sus políticos es el cinismo.