Las aspiraciones del diputado Luis Alegre de ser gobernador podrían quedar diluidas de manera prematura.
Y es que sigue sometido a juicio por actos indebidos de precampaña.
No sólo se trata de actos anticipados, sino de usar de manera indebida tiempo de radio para promocionar su imagen.
Lo más interesante es que Luis se promocionó en las estaciones de radio de su papá, Gastón Alegre, y que además pretendió disfrazar esta propaganda política como si fueran “entrevistas” y con el tema del COVID-19.
Ya Luis la habia “brincada” en la Sala Especial (SE) de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pero la Sala Superior (SS) de ese órgano jurisdiccional, le dio “pa tras”.
La SS revocó la sentencia de la SE y ordenó una nueva resolución, en la que analice la forma y cantidad en la que se difundieron los mensajes y la supuesta relación de parentesco entre el dueño de las concesionarias y el diputado, es decir entre Gastón Alegre y Luis Alegre.
Es decir, Luis está en problemas.
Y, por cierto, otro quien también estaría “jugando con fuego” en cuanto a propaganda política y promoción personal es el vocero Carlos Orvañanos, aspirante del PAN a la presidencia municipal de Cancún.