Desde ayer Quintana Roo está regido, con relación a las restricciones por la pandemia, por dos semáforos: el amarrillo, por disposición estatal, y el naranja, por la Federación.
De hecho, desde el viernes, la Secrteria de Salud federal, dispuso el naranja para seis estados, incluido Quintana Roo, aunque un día antes, el Gobierno del estado, reiteró el amarillo.
Pero, en el Gobierno de Quintana Roo nadie salió a precisar las medidas que implican esta doble semaforización o, al menos, explicar qué está ocurriendo.
Por si fuera poco, ayer se dio a conocer que Quintana Roo es el único estado en el que se mantienen los contagios a la alza, en medio del temor de un tercer rebrote para el todo el País.
Al estilo del sexenio anterior, se optó por la “estrategia” de “aquí no pasa nada”, “echarle tierrita al asunto” y “tapar el sol con un dedo”
Y, a “echarle ganas”, quizá dentro de dos semanas, el próximo informe de Semáforo Epidemiológico federal, bajen los contagios en Quintana Roo.