La alcaldesa de Puerto Morelos, Blanca Merari Tziu Muñoz, no es como la pintan.
Desde su designación como candidata Doña Blanca ha construido una imagen que se ha sostenido hasta ahora desde Puerto Morelos hacia el resto del estado.
Pero, la Alcaldesa no es el personaje afable, ni mucho menos, víctima de voraces coyotes verdes.
Y es que, ayer en la XXIX Sesión Ordinaria de Cabildo, la Alcaldesa enfureció cuando la regidora Maria Fernanda Alvear Palacios le exigió cuentas claras sobre el gasto corriente, incluido la nómina, y la protección a un exfuncionario acusado de violencia de género.
La petición de la concejal formaba parte de un mínimo ejercicio de transparencia y de las formas de un gobierno colegiado, como lo son los ayuntamientos.
Pero, Doña Blanca se ha instituido como única gobernante y puso por delante la opacidad en su desempeño como alcaldesa.
Las cosas parecían estar mal en Puerto Morelos, pero parece que estar peor de que lo que se ve en el resto del estado.