Ni por lado de la 4T, no por el lado del “cambio” hay autoridad ambiental en Quintana Roo.
Lo del “basurero a cielo abierto” y frete al mar en Isla Mujeres, ya es un asunto muy público y muy notorio.
Pero ni las “autoridades” locales ni federales se dan cuenta.
Por un lado, el gobernador, Carlos Joaquín, dejó a su suerte a la los ayuntamientos, y parece que, no es la excepción Isla Mujeres y su estación de transferencia de residuos sólidos, convertido en basurero, al orilla del mar.
Mientras que el “superdelegado” del Gobierno federal, Arturo Abreu, sigue en el edén, en el limbo o en la estratosfera.
Y en tanto, Isla Mujeres esta ante un verdadero ecocidio.