El “sistema” de Transporte Terrestre Estatal (TTE) en un engendro que el actual Gobierno estatal no ha sabido, no ha podido o no ha querido resolver.
Desde su muy justa perspectiva los choferes de la TTE tomaran las calles para reclamar que son “estrangulados” por los operativos “anti-COVID” de Imoveqroo, la cual por cierto es una “institución” creada en el actual sexenio y es toda una máquina de corrupción.
Las TTE es una aberración legal del “felixismo-borgismo”, cuyas concesiones fueron para beneficiar a políticos incondicionales de la dupla de la “oncena trágica”, sin importar el tremendo daño al sistema de movilidad de Cancún.
Y se trata de una aberración pues es un servicio público “municipal” que opera bajo concesiones estatales.
Pero, el actual gobierno pateó el balón frente a este problema y con el años las TTE se convirtieron en una plaga insaciable e indestructible.
Los beneficiados son un grupo de políticos del pasado y del presente, que han sido consentidos por el actual Gobierno estatal.
Y, como suele suceder, los amolados son los choferes que tiene que cumplir “sí y solo sí” con la “liquidación”.
Las TTE son un claro ejemplo de lo que es cambiar para acabar igual (o peor).