Sin duda, Marybel Villegas es ave de tempestades.
Desde 2018 es senadora por Morena, pero su carrera política data desde el gobierno municipal del Juan Ignacio “El Chacho” García Zalvidea (2002-2004), en ese entonces del PVEM, que era rival del PRI.
Marybel ha pasado, como ha sido ampliamente difundido y remachado por sus detractores por el PRD, PAN y PRI y ha sido diputada federal dos veces. Por partidos diferentes.
Para el proceso electoral de 2018, leyó a tiempo las señales y se convirtió en una de las protagonistas de la 4T en Quintana Roo y desde entonces suena como posible candidata a la gubernatura.
Pero, de cara a los comicios corrientes de 2021 y a la sucesión, en 2022, Marybel encara el reto más importante de su prolífica carrera política
Marybel ha tomado la bandera del rompimiento de Morena con el PVEM.
De entrada, su planteamiento es intachable. Los “verdes” tienen un estela de depredación y abusos en Quintana Roo y en donde su líder, Jorge Emilio González Martínez ha asentado su feudo de impunidad y negocios al amparo del poder.
Pero, el PVEM es una estratégico aliado legislativo de Morena en el contexto nacional y esté entendiendo pasa por Palacio Nacional.
Por lo pronto, la alianza de Morena PVEM es inquebrantable.
Y si Marybel insiste en abanderar una ofensiva contra los “verdes”, entonces tendría que hacerlo desde otra trinchera, que no es Morena.