Pueden pasar los neoliberales y conservadores y luego llegar los progresistas y los que ven “primero por lo pobres”, pero ICA mantiene todo su poder en la Península.
La empresa consentida de todos los sexenios, ha hecho lo que se le pega la gana en la autopista Mérida-Cancún a propósito de las obras del Tren Maya.
ICA tiene la concesión de la autopista y, a la vez, está a cargo de las obras de los tramos entre Yucatán y Quintana Roo del Tren Maya
Casi toda la via está reducida a un solo carril, tanto de ida como de vuelta, es cada más lenta y no hay quien meta al orden.
Y las tarifas no han variado un sólo un peso.
Pero, no se trata de “irse por la libre” pues precisamente, ante el desastre en la autopista, cada vez está más saturada y es más peligrosa.
Acaso, como suele pasar ¿se está esperando una desgracia en la “libre” para tomar medidas?
Y en tanto, los gobernadores de Yucatán, Mauricio Vila, y de Quintana Roo, Carlos Joaquín, no se dan ni por enterados de los abusos de ICA en la Península.