En estos días, las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador no son las de los mexicanos ni las de los quintanarroenses.
Ahora, AMLO está en su papel de dirigente de Morena y está en pleno activismo en favor de su partido y de sus candidatos. Aunque, el detalle es lo que hace desde el Palacio Nacional y con recursos públicos.
Otro detalle que también ha dejado a un lado, su papel como presidente de México.
Ahora, para ya, se necesita que el Presidente atienda dos temas de extrema urgencia para los quintanarroenses.
Quintana Roo, en particular el norte de la entidad enfrenta una secuela delictiva de proporciones impredecibles. Los gobiernos estatal y de los municipios no han podido contener esta anudada de terror. Por ello se requiere la intervención del Gobierno federal.
Otro asunto grave es la “invasión” de sargazo. Se supone que el gobierno de AMLO ya había tomado cartas en el asunto y encomendó las labores a la Secretaría de Marina (Semar). Pero el fracaso ha sido rotundo.
Las balaceras se multiplican en las calles y el sargazo invade las playas, pero el Presidente tiene otras prioridades.