El nuevo delegado del PRD en Quintana Roo, Juan José Marín García, unió a todas la corrientes perredistas locales…en su contra.
Y es que la “medicina” que aplicó el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, fue peor que la enfermedad, tras las posturas casi irreconciliables entre las expresiones locales de ADN y Nueva Izquierda (NI), que buscan la dirigencia estatal del partido,.
Como balde agua fría cayó la designación de Martín García, que llega de la mano del diputado federal, Jesús Pool Moo, recientemente agregado (y con bombo platillo) a la bancada del PRD.
Por supuesto que, al grupo de ADN, que encabeza el ex alcalde de Cancún, Julián Ricalde, no le cayó nada bien, pues esta corriente logró reunir los votos suficientes para que el chetumaleño Leobardo Rojas, sea el presidente eststal del partido.
Esta elección, no se llevo a cabo -en tres intentos- por “la caída del “zoom” y ahora todo el proceso está en tribunales.
En el otro equipo, el de NI, que encabeza el gerente de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), Gerardo Mora, tampoco fue buena noticia la designación del Martín García.
Hasta ahora, Mora, era el interlocutor entre la “22 de Enero” y el PRD nacional, en particular con “Los Chuchos” (Zambrano y Ortega), los jefes de jefes de lo que queda del partido sol azteca.
Pero, ahora el diputado federal, con la llegada de Marín García, muestra el músculo y se convierte en el nuevo interlocutor, con mayor fuerza que Mora, que no logró poner un delegado de su “confianza”.
Y casi, casi, el Jesús Pool se convierte en el líder moral del PRD de Quintana Roo.
Pero, así son “Los Chuchos”.