Por el Escrutador
Arropado por Laura Fernández, con larga trayectoria política, Tirso Esquivel escaló los peldaños de la administración municipal en Puerto Morelos, hasta acceder a la codiciada Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, donde hizo y deshizo, según un abogado que trabajaba en ese Ayuntamiento, y quien omite dar su nombre por razones obvias.
Al pretender ser abanderado por esa demarcación, rivalizó con el contendiente natural a esa candidatura como lo era Ignacio Sánchez Cordero, “Nacho”, como se le conocía en su “terruño”, y, al negársele tal pretensión, estableció una férrea pelea con su madrina política Laura Fernández y con “Nacho”, en algo irreal para el agradecimiento que deben tener los seres humanos, y real para la política sucia, esa que tira a matar.
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El desenlace es conocido. Ignacio Sánchez Cordero falleció en circunstancias que están por resolverse, pero la política y sus juegos adversos siguió su camino: Tirso Esquivel rivalizó con la entonces candidata Blanca Merari Tziu Muñoz, que llegó a ese cargo por el evidente arropamiento político de Laura Fernández, quien, por los malos azares del destino, rompió con su padrino político el llamado “Niño Verde”, que de niño y de verde no tiene nada.
Tirso Esquivel, ahora convertido en energúmeno bajo el estandarte del partido Fuerza por México, compitió electoralmente con Blanca Merari Tziu Muñoz, que ganó la elección, y se convirtió, en los primeros minutos de su mandato, en rival acérrima de Laura Fernández, y, a los pocos meses, en amiga política de Tirso Esquivel.
Además, Blanca Merari trazó una política de acoso laboral en contra de los amigos entrañables de su finado esposo “Nacho”. Noticaribe Peninsular la ha documentado, al igual que la corrupción, opacidad y nepotismo, que impera en su administración.
Pero… Enganchado por la 4 T, Tirso Esquivel, se mantuvo servil hasta el hartazgo, para acceder a las simpatías de la ahora amiga Blanca Merari y… llegaron a un arreglo político y Tirso Esquivel, de la noche a la mañana se convirtió en un apacible regidor, olvidando sus días de crítico feroz. Tan es así, que no se ha dignado en defender los derechos humanos de todos aquellos empleados y empleadas que en forma indigna han sido dados de baja, y hasta humillados, olvidando ser el paladín de los derechos humanos, tal y como se presentaba ante el electorado, en aquellas elecciones del 2021, donde perdió estrepitosamente.
Igualmente olvidó el pago de algunos periodistas y proveedores a los cuales se les escondió, como se escondió de él su hermano y financiador de su fallida campaña, tal y como lo platica el abogado, amigo de “Nacho”, a quien califica como un ser humano excepcional”.
Ahora, Tirso Esquivel está en espera… De que Blanca Merari lo arrope… Cosas de la política…