El gobernador Carlos Joaquín está como esos equipos de futbol que dependen de “otros resultados” para no descender o clasificar a la “la siguiente ronda”, aunque en este caso, aplicaría un poco más lo primero.
Y es que La sucesión ya está a todo lo que da, pero…
La “jugada” no está en el PAN, sino en otros partidos, y escépticamente en Morena.
El Gobernador es del PAN, aunque el presidente, Andrés Manuel López Obrador, le eche flores en “La Mañanera”, sobre todo en coyunturas, como las del 6 de junio, en la que el panismo local apenas vio las placas del trailer morenista.
Pero, el juego está en Morena. La lista de aspirantes guindas y verdes es cada vez más larga: Mara Lezama, Marybel Villegas, Rafael Marín, José Luis Pech, Laura Fernández, Marciano Dzul…y ya se está apuntando hasta Luis Alegre, que parecía desahuciado, tras estar involucrado en violencia doméstica.
Por si fuera poco, fuera del órbita del morenismo y panismo, también se están gestando otras opciones, como, al parecer ocurre con el perredista, Julián Ricalde, cuya relación, de alguna manera, quedó rota con el actual Mandatario estatal.
Ya hasta hay encuestas para gobernador y además no figura ¡nadie del PAN!
Estamos ante un caso inédito en el que un gobernador no trataría de perfilar un sucesor.
Pero, lo que aún no está en todo claro es si es porque no quiere, no sabe o no puede.