Como las grandes “tragedias”, el ecocidio para la “remodelación” del bulevar Bahía de Chetumal, tiene muchas culpables.
Hasta ayer, los protagonistas principales del ecocidio, era el Gobierno del estado, y en particular, el titular de la Secretaría Estatal de Obras Públicas (SEOP), William Conrado.
A su vez, el “playense” compartió culpas con el Gobierno federal, en particular con la Profepa, que dicho sea de paso en Quintana Roo no existe en la realidad.
Pero, resulta que el proyecto de la SEOP contó la aprobación el Ayuntamiento, que incluso autorizó la tala de árboles, según declaraciones condesas de la presidente municipal de Othón P. Blanco (Chetumal), Yensunni Martínez.
Aunque, la alcaldesa morenista-jaoquinista, a la vez inició una “investigación” pues los de la SEOP se “pasaron” en el límite de árboles autorizados para ser talados.
Por lo pronto, el daño es irreversible, pero el nombre del juego es “no pasa nada” y si pasa”, “echarse la bolita”.