
La posibilidad de que los diputados podrían permanecer hasta por 12 años de manera consecutiva era inaceptable.
Y como era de esperarse, fue mandada a la congeladora la iniciativa para la reelección de hasta por tres periodos de diputados locales.
Pero, en el Quinto Informe del gobernador Carlos Joaquín, los diputados le pusieron el último clavo a la ataúd de tan alocada iniciativa.
En el segmento de “posicionamiento” de los grupos parlamentarios, de todos los participantes hicieron el ridículo.
Todos se sometieron al Ejecutivo con discursos, que fueron piezas de un concurso, de glorificaciones y alabanzas al Mandatario estatal.
De hecho, tras ese bochornoso espectáculo, lo más propio era disolver el Congreso y llamar a nuevas elecciones legislativas.
Los mismos diputados fueron víctimas de su propio descrédito