Justo cuando ya sólo quedan semanas para el “momento de definiciones” rumbo al 2021, el PRD está peor que nunca.
La designación de Juan José Marín García como delegado del PRD en Quintana Roo sólo significó que profundizara la división y el desánimo en la militancia.
Por lo pronto, la corriente ADN, que tiene la mayoría de los consejeros estatales (y que debió de haber ganado la presidencia estatal, con Leobardo Rojas de no ser porque se “cayó el zoom”) desconoció a Martin García como delegado.
De plano, ADN ni siquiera se reunirá con el nuevo delegado.
Y, en Nueva Izquierda, sin llegar a radicalizarse, tampoco están tan de acuerdo pues ya tenían algunas propuestas para el cargo de delegado, que era, de hehco, su “plan C”.
El nuevo presidete nacional del PRD, Jesús Zambrano, con la desiganación de Martín García quedó “como el cohetero”.