La resistencia de la clase política chetumaleña, y en particular del morenismo del sur y la Zona Maya, fue mínima ante imposición de la cancunense, Anahí González.
La inconformidad se redujo prácticamente a “pataleos” en redes sociales. Si acaso hubo una declaración a medios, del aguerrido diputado petista, Roberto Erales, “chetumaleño hasta las cachas”.
Pero, no es la primera vez que imponen a un “foráneo” como candidata a diputado federal en Chetumal.
En el proceso electoral de 2003, el PRI postuló a Víctor Alcérreca Sánchez, de Cozumel, peor que sus detractores, insistieron que es progreseño.
Pero, sí hubo una rebelión en el PRI, encabezada por Javier Díaz Carvajal y Antonio Hoy Manzanilla.
Pero, Víctor Alcérreca contaba con todo el respaldo del entonces gobernador, Joaquín Hendricks.
En el caso de la cancunense Anahí, el morenismo sureño sigue como pasmado.