El Cancún FC sigue la tradición de su antecesor Atlante, que retornó a Ciudad de México.
Uno de problemas recurrentes en el equipo azulgrana era los retrasos de pagos, no sólo a los jugadores, sino también a los empleados del club.
Y lo mismo ocurre con Cancún FC, que es propiedad de los chiapanecos, José Luis y Gabriel Orantes Constanzo, que no están siendo poiutales en el pago al plantel y trabajadores.
Si bien, son tiempos de pandemia, el equipo, que antes era los Cafetaleros de Chiapas, llegó a Cancún, con un buen número de patrocinadores, además un apoyo económico que dio la Federación Mexicana de Futbol a los equipos de la Liga de Expansión.
Y lo más dramático es que algunos trabajadores también les debe el Atlante y ahora Cancún FC.