El triunvirato Beristain tendría una as bajo la manga para lograr la impunidad del gobierno municipal panista de Lili Campos y, en general del “Gobierno del Cambio”.
Hay un evidente riesgo de negociación por parte del gobernador, Carlos Joaquín, ante 4T, luego que el actual gobierno estatal y el panismo local fueron arrollados por Morena en tres procesos electorales.
A menos de un año de su salida, el Gobernador no tiene de otra: negociar, negociar y negociar.
Y al mismo tiempo, el triunvirato, no se ha quedado cruzado de brazos, luego de que concluyó la administración de Laura Beristain, que fue una pachanga de corrupción y excesos.
El triunvirato ha mostrado músculo a través de Luz María Beristain, que este fin de semana se convirtió en coordinadora distrital de los cites de defesa de la 4T, al tiempo que al exalcaldesa Laura, permaneció en el Cabildo y se ha atrincherado como regidora.
Luzma goza del respaldo de Marcelo Ebrard y en consecuencia de Mario Delgado.
Quizá Caros Joaquín no estaría en condiciones para llamar a cuentas a Laura
Tendríamos en el triunvirato, otro capítulo de impunidad en Quintana Roo.