Cuando acaba un proceso electoral, una de la tareas inmediatas es revisar el marco legal en la materia.
Y una de las tareas rezagadas es la representación en los cabildos.
Pero antes, hay que tener muy claro que los ayuntamientos son un gobierno “colegiado” o “colectivo”, muy lejos del actual “modelo fáctico” de un alcalde y una comparsa.
El “detalle” es que la ley propicia no sólo una sobrerrepresentación de la fuerza “ganadora”, sino que esta suele ser demasiado amplia, con lo que se vulnera flagrantemente la voluntad popular.
Observatorio Legislativo ha puesto el dedo en la yaga de las implicaciones de ayuntamientos con fuerzas “excesivamente” sobrerrepresentadas.
Tras las elecciones del 2 junio, resulta que todas las planillas ganadoras estarán subrepresentadas, incluso la panilla mejor votada.
En pasado 2 de julio, la planilla con mejor votación fue la de Morena-PVEM-PT-MAS de Felipe Carrillo Puerto que obtuvo el 56 por ciento de los votos en esa demarcación, pero aún tendrá una sobrerrepresentación y será del 17 por ciento.
Pero, hay casos más dramáticos como los de Morena en José María Morelos que tendrá una sobrerrepresentación del 37 por ciento o de la alianza PAN-PRD-PRD-Confianza en Solidaridad, que tendrá el 32.7.
Se trata de un asunto no tan simple, que tiene muchas vertientes.
Peo lo que, si es inconvertible es que todos los acaldes, con sus partidos estarán sobrevaluados, y unos en de manera escandalosa.
Hay tarea para la actual legislatura.