Cómico-trágico-musical es el panorama de la “22 de Enero” para obras y proyectos con recursos federales para 2022.
Y es que el gobernador, Carlos Joaquín, dependerá de la intermediación de Morena y Mara Lezama.
Increíble, pero cierto.
El Gobernador está pagando la estrepitosa derrota de los comicios del pasado 6 de junio, en los que perdió los cuatro distritos legislativos federales de la entidad. Pero, además, no hay un sólo diputados plurinominal del PAN o PRD.
En realidad, Carlos Joaquín tiene poco margen de maniobra en el presupuesto federal de 2022.
Dos de los cuatro diputados de mayoría quintanarroenses, ambos del PVEM, Juan Carrillo y Laura Fernández son enemigos declarados de la “22 de Enero”.
Quedan los morenistas, Alberto Batún y Anahí González, ambos “maristas”, y en este grupo también quedaría Santy Montemayor, del PVEM.
Y Carlos dependería de Mara para sacar en el Congreso de la Unión sus proyectos de 2022.
Por lo pronto, ahí tiene pendiente el puente sobre el sistema lagunar Nichupté.