La historia de Cancún y Quintana Roo incluye salvajes actos de represión y célebres represores.
Este 14 de octubre se cumplieron once años de la violenta represión frente a la plaza de la Reforma de Cancún contra maestros.
El ataque a los mentores, con toletazos y gases lacrimógenos incluidos, fue dirigido por el entonces gobernador Roberto Borge, hoy preso por corrupción, y el alcalde Paul Carrillo, recién incorporado al gabinete morenista como secretario de Desarrollo Económico.
El portal de la revista Proceso detalló en aquella ocasión:
“Este lunes, Quintana Roo vivió una jornada violenta por la detención de unos 58 maestros tras un operativo para dispersar a docentes que protestaban frente al palacio municipal de Benito Juárez (Cancún).
“Granaderos de la Policía Preventiva Municipal (PPM) del gobierno priista de Paul Carrillo desalojaron a golpes y con gases lacrimógenos a profesores que se manifestaban en la plaza de la Reforma del palacio municipal. En el operativo de desalojo fueron detenidas 58 personas, según un reporte oficial de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), mientras que 20 fueron atendidas en el lugar de la reyerta por paramédicos de la Cruz Roja, y otras dos fueron trasladadas a una clínica del IMSS”.
Pero lo raro es que Paul Carrillo no solo reconoció su responsabilidad, sino que incluso reclamó a los docentes que les paguen los daños provocados a los escudos y cascos de sus granaderos.
El portal de la revista Proceso informó al respecto:
“El presidente municipal de esta ciudad, el priista Paul Carrillo, pretende cobrar a los maestros los cascos y los escudos de los granaderos que ayer reprimieron a los docentes en la plaza de la Reforma, frente al Palacio Municipal.
“Según la dirección jurídica de la comuna, los daños ocasionados por los maestros ascienden a alrededor de 60 mil pesos e incluyen los destrozos a vidrios, macetas y el robo de cascos y escudos a los uniformados”.
Raro que un represor esté en un gobierno de izquierda.