Por: Dr. Jorge Manriquez Centeno
Ir por la reforma legal, instruye AMLO
Cerrado a la negociación política con sus opositores, y al no poder imponer la reforma electoral a nivel constitucional por la vía de la mayoría calificada (porque no le alcanzan los votos de los legisladores morenistas y aliados), el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó entonces a imponer reformas a las leyes secundarias.
Las condiciones políticas polarizadas han frenado a López Obrador en la Cámara de Diputados y también el hecho de que se han reducido sustancialmente sus mecanismos de coptación de votos mediante acuerdos debajo de la mesa como lo hacían antaño los gobiernos emanados del PRI y el PAN
La oposición se ha cohesionado, tal es el éxito de la marcha “El INE no se toca”.
Bueno hasta el día de hoy, 22 de noviembre de 2022, dado que en política los escenarios cambian momento a momento.
En este contexto, AMLO convocó a una movilización para el próximo 27 de noviembre, a fin de legitimar la imposición de su plan “B” de reforma legal, en la víspera de que se reúna el pleno de la Cámara de Diputados e hizo un llamado a la ciudadanía para que identifique a los conservadores que participaron en la marcha conocida como “El INE no se toca”.
Indudablemente será una megamarcha y probará el músculo del morenismo.
Y en el actual escenario, se destaca la distancia que ha marcado el senador aun morenista Ricardo Monreal, que ha reconocido la pluralidad de la marcha “El INE no se toca”, y, además, ha subrayado que no pasará cualquier plan “B”, que pretenda desaparecer al INE o reducir el número de legisladores, ya que forzosamente se requiere readecuar la constitución federal.
Monreal está con un pie fuera de Morena y los opositores (cohesionados hasta este momento por el éxito de la marcha “El INE no se toca”), podrían tener una carta fuerte para la contienda presidencial del 2024.
Habría que esperar la postura de Movimiento Ciudadano.
Reiteramos: los escenarios políticos se mueven momento a momento.
AMLO traza el camino
Mediante el poderoso instrumento de comunicación social de las “Mañaneras”, el presidente ha establecido el camino a seguir a los morenistas:
1). Debe continuar impulsándose la aprobación de su iniciativa en materia electoral.
2). Como seguramente no alcanzarán la mayoría calificada, requerida para su aprobación, los legisladores morenistas y aliados deben apoyar el plan “B” (reforma legal).
3). Extender y promover entre las huestes obradoristas la convocatoria para que participen en la marcha multitudinaria del 27 de noviembre, que, por supuesto encabezará.
Y las instrucciones fueron acatadas de inmediato: La reunión de “comisiones unidas” -conformada por las comisiones legislativas de Reforma Política-Electoral, de Puntos Constitucionales y de Gobernación y Población- fue citada para el 23 de noviembre, a efecto de presentar el proyecto de dictamen de la reforma electoral a nivel constitucional, documento que, por supuesto se configuró en las oficinas de la Secretaría de Gobernación.
Por otro lado, las dirigencias, gobernadores, legisladores, actores políticos relevantes, simpatizantes, morenistas, de inmediato hicieron eco del llamado presidencial para replicar la convocatoria a una marcha que, seguramente, será una demostración del musculo del movimiento de la 4 T. Eso está más que probado.
En esa ruta a seguir, el presidente no reconoció la pluralidad de la marcha conocida como “El INE no se toca” ni que exista polarización en el país. Señaló que dicha marcha aglutinó a grupos de ciudadanos conservadores, así como de quienes forman parte de la “mafia del poder”, la cual controla a las corruptas autoridades electorales.
Pero el paso de los días, y la operación política de Andrés Manuel López Obrador está jugando en contra de la marcha “El INE no se toca”, que ha dejado pasar días valiosos sin que aparezca en el horizonte, una agenda de trabajo y acciones a realizar en lo inmediato. Eso sí, ante el anuncio de la marcha obradorista, ha convocado a sus simpatizantes a que ese domingo 27 de noviembre, se vistan de rosa y blanco, en una señal de rechazo.
En ese jugar en contra, también se suma el mundial de futbol, que acapara la atención ciudadana.
“El INE no se toca”/ morenistas/ partidos de oposición: desafíos
Si bien la marcha “El INE no se toca” orilló al presidente Andrés Manuel López Obrador a reconocer por adelantado que en el Poder Legislativo su iniciativa de reforma electoral a nivel constitucional no pasará al cohesionar a una oposición que estaba por resquebrajarse por el lado del PRI, significando un golpe político; el resultado de la megamarcha anunciada y su difusión masiva en redes sociales, seguramente disipará los efectos de la marcha pro defensa de la autonomía del INE.
O Le restará fuerza.
AMLO lo sabe. Por eso ha pasado del enojo a la paciente sonrisa que lo caracteriza.
Es un activista social.
La calle es lo suyo. Es su terreno desde hace años.
Por ello, los organizadores de la marcha “El INE no se toca”, tienen ante sí el reto de reorganizarse. Deben de pasar de la defensa de la autonomía de las autoridades electorales a un plan de trabajo integral en la materia.
Además, su campo de batalla deberá centrarse en el terreno legislativo y en las inmediaciones de los recintos parlamentarios.
Parte de su éxito dependerá en fijar nuevos objetivos y de seguir encauzándose en el liderazgo de José Woldenberg, figura emblemática de la transición a la democracia, quien tendría la tarea de blindar al movimiento de la injerencia de las cúpulas partidistas del PAN, PRI y PRD. O buscar a otra figura emblemática, que articule la defensa de las autoridades electorales, así como de los logros que se han ido alcanzando a través de diferentes reformas electorales.
Pero el movimiento “El INE no se toca” o como se vaya a llamar, bajo el liderazgo de Woldenberg, debe seguir “tocando piedra”.
Por ejemplo, debe seleccionar a especialistas en la materia, a efecto de exigirle a la JUCOPO y a las Comisiones Unidas de Reforma Político-Electoral; Puntos Constitucionales; y Gobernación, para que dichos especialistas participen en los trabajos de análisis, diagnósticos y redacción de la propuesta de dictamen, en este caso de la reforma legal, dado que el panorama augura que no se apruebe el dictamen de reforma a nivel constitucional, que se pondrá en la mesa de discusión este 23 de noviembre del año en curso.
Asimismo, la lucha política y la protesta social del nuevo movimiento -si así lo determinan sus organizadores- como se comentó, debe centrarse en las inmediaciones de los recintos legislativos.
El desafío del movimiento “El INE no se toca”, es la reorganización y el establecimiento de una agenda de trabajo y acciones a seguir , pasando de la defensa del INE a un programa de trabajo integral en materia político-electoral.
Dentro de ese plan de acción, el naciente movimiento debería diseñar acciones informativas sobre los alcances e implicaciones de la reforma electoral. Ser muy claros en que la existencia del fraude electoral está más allá de la organización y logística de las elecciones. En que existen graves problemas como la incidencia del dinero ilícito del narcotráfico que predetermina “exitosas” campañas, así como proponer acciones para frenar el uso de recursos públicos y de programas sociales para el proselitismo de funcionarios de primer nivel.
También ser muy claros que, en esta revisión a fondo de todo el sistema electoral y sus instituciones, así como de las instancias que tienen incidencia en la materia, por supuesto que deberá analizarse integralmente el presupuesto asignado al INE y al TEPJF, en relación con las funciones y actividades encomendadas, que, a dicho de Morena y sus aliados, es oneroso y con prebendas exorbitantes para las consejerías y magistraturas que encabezan, respectivamente, a tales instituciones.
Ese análisis debería contemplar un estudio pormenorizado del presupuesto asignado -por capítulo de gasto- de todos los órganos autónomos.
Como se mencionó, derivado de ese estudio integral, claro que el “El INE sí se toca”, pero con esta visión. Hacerlo sin un diagnóstico y análisis a fondo sería un retroceso histórico.
Pero en el escenario actual, es complicado establecer una mesa de trabajo con especialistas y representantes partidistas, debidamente consensuados por las partes, incluyendo a los seleccionados por el movimiento “El INE no se toca”.
Indudablemente será una reforma al vapor, en una guerra de vencidas, donde, cualquiera de las partes puede inclinar la balanza a favor de las pretensiones presidenciales. De ahí que es importante la participación activa del movimiento “El INE no se toca”, para evidenciar y tratar de frenar esos arreglos “debajo de la mesa”.
Ricardo Monreal, marca su raya respecto al presidente
La paradoja de esta marcha es que, si bien su éxito se derivó de su alejamiento de las cupulas partidistas y de aglutinar a los antiobradoristas bajo la consigna de defender la autonomía del INE, así como de cohesionar a la oposición; al final del camino, esos partidos, sí se llegan a integrar en un bloque opositor, serán los más beneficiados, dado que se les abre la oportunidad de postular como candidato presidencial, a Ricardo Monreal Ávila, figura política que ha expresado que la “¡La división tiene que terminar ahora!”, por lo que el país debe tomar una decisión, que es la reconciliación del país, lo que podrá permitir activar el potencial de México”, declaración que se ha tomado como inicio de su carrera hacia la candidatura presidencial, y su distanciamiento con el presidente de la República .
Monreal ha subrayado que en el tema de la reforma electoral los senadores morenistas, actuaran de manera seria y reflexiva. Y él los tiene, en su mayoría, bajo su ámbito de influencia, por lo cual, hay otro dique en el camino de la reforma electoral.
El factor Monreal, es un tema que abre una nueva lectura al escenario político. Así, la marcha “El INE no se toca”, al cohesionar a la oposición, abrió una brecha por la cual pudiera transitar Ricardo Monreal hacia una candidatura presidencial de la oposición, urgida de un liderazgo y peso político como el del zacatecano.
AMLO y la cita con la historia
La aprobación presidencial es alta.
El bono democrático que ha logrado AMLO a lo largo de los últimos años, es indudable.
Pero en el horizonte hay nubarrones. Ricardo Monreal, unido con una oposición cohesionada, sin duda, es un factor a tomar en consideración, en el camino a la designación del candidato presidencial de Morena y sus aliados.
Una de las “reglas universales” de la democracia, propuesta por Norberto Bobbio, es que “Las decisiones tomadas por mayoría no deben limitar los derechos de la minoría, principalmente el derecho de volverse, bajo las mismas condiciones y procedimientos, mayoría”.
La fortaleza de la democracia está en la incertidumbre de los resultados electorales.
Como todo en la vida, nada permanece y todo puede cambiar repentinamente. Más en política.
Como lo hemos subrayado, si el presidente quiere pasar a la historia como propulsor de la transformación de nuestro país, desde el poder, y como un acto de congruencia, tiene el compromiso histórico de impulsar una reforma del estado, y, en particular, en el ámbito electoral, pero con apego a una agenda ciudadana.
Y en ese camino, ni la reforma del Estado, prometida como una cuarta transformación, ni la reforma del sistema político, ha logrado articular. Muchas de sus propuestas, como la iniciativa de reforma electoral a nivel constitucional, son incongruentes, y sin la visión de un estadista.
Todo ha quedado en el discurso.
Y el discurso se diluye por el paso de los días.
Al tiempo…
*Jorge Manriquez Centeno es especialista en materia político-electoral, derechos humanos y derecho parlamentario. Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, abogado, con estudios de posgrado en políticas públicas, derechos humanos por la FLACSO y doctorado en Derecho Parlamentario por la Universidad Autónoma del Estado de México. Exconsejero presidente del Instituto Electoral de Quintana Roo (2009 a 2015) y ex director de Partidos Políticos del mismo Instituto (2003 a abril de 2009).
Correo: jorge.manriquez.centeno@gmail.com