En medio de la sesión solemne de la XVIII Legislatura, la gobernadora Mara Lezama confirmó que Arturo Abreu fue designado por Claudia Sheinbaum como delegado de los Programas del Bienestar en el Estado de Quintana Roo.
El desempeño del tabasqueño no fue tan brillante; parecería que era necesario hacer cambios en esta oficina federal.
Lo que es irrebatible es que el principal mérito de Abreu es su entrañable amistad con Rafael Marín, el líder moral de Morena en Quintana Roo. De hecho, “Rafa” fue también ratificado como embajador ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Otro dato que no deja de ser relevante es que, nada más y nada menos, Andrés “Andy” López Beltrán, secretario de Organización de Morena, es muy cercano a “Rafa”.
Hace dos años, el fundador de Morena-QR buscó ser candidato a gobernador con un discurso anti-PVEM, y no solo “perdió” en la interna morenista, sino que además se impuso en la entidad un bipartito verdi-guinda.
Parecería que queda abierto un nuevo “frente” en la fuerza dominante en la entidad. Faltaría ver si “Rafa” sería capaz de generar una nueva opción en un panorama político monopolizado, pero además contradictorio.
Pero sí queda confirmado que Marín mantiene intacta, y quizá fortalecida, su influencia en Morena.