Entre los grandes ausentes en las candidaturas al Senado (o al menos una diputación federal) destaca Rafael Marín, el “padre” del morenismo de Quintana Roo.
“Rafa”, como le dicen sus amigos, es muy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto quedó demostrado al otorgarle cargos de mucha responsabilidad en este sexenio como el proyecto Transístmico y las Aduanas.
Precisamente, tras su paso en Aduanas, a mediados del año pasado, fue beneficiado como un integrante del exilio dorado al ser nombrado representante permanente de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
También quiso ser alcalde de Cancún pero tuvo un tremendo error de estrategia al arremeter contra el Partido Verde, que con Quintana Roo han hecho el trueque de los 33 diputados del PVEM con lo que la 4T alcanza la mayoría en la Cámara de Diputados (federal).
Se le mencionó, precisamente, por sus delicadas encomiendas en el Proyecto Transístmico y Aduanas, que acabaría de senador nacional. Pero no.
Aunque eso sí, distinguidas “marinistas” estarán en candidaturas como Anahí González, para senadora, así como Yensunni Martínez y Mary Hernández, que van por la reelección en Othón P. Blanco (Chetumal) y Felipe Carrillo Puerto.
Y le sigue quedando el título vitalicio de ser el padre de Morena-QR.