Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.-Quintana Roo, junto con Querétaro y Nuevo León se posicionaron como los estados con el mayor crecimiento del gasto federalizado en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, debido a su dinamismo económico y a su política recaudatoria.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el gobierno de López Obrador el gasto federalizado, que son los recursos que el gobierno federal transfiere a entidades y municipios a través de participaciones y aportaciones, así como subsidios y convenios, aumentó 5.6% en términos reales entre el dato observado del 2019 y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2024.
El mayor incremento en este periodo se observó, en caso de aprobarse el PPEF, en Quintana Roo con 10.4%; el podio lo completaron Querétaro con 8.4% y Nuevo León con 6.3 por ciento.
Para la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Dafne Viramontes, esta alza no necesariamente obedece a las acciones emprendidas por el Ejecutivo federal, sino a las estrategias públicas estatales para que sus economías crecieran y así aprovecharan las actuales fórmulas de distribución y dinamizar la recaudación federal participable.
“Se le llama el criterio resarcitorio, que tiene que ver con qué tanta actividad económica desarrolla como entidad federativa, es lo que tiene un mayor peso en lo que tiene que ver con las participaciones. Las entidades que se vieron más beneficiadas o que tuvieron los mayores incrementos con respecto a su gasto federalizado fueron las que tuvieron un alto dinamismo económico, particularmente Querétaro y Nuevo León se han caracterizado por hacer crecer sus actividades industriales, han apostado por atraer inversiones, generar empleos. Han hecho todo lo posible para generar un mayor dinamismo y así beneficiar a su recaudación”, añadió.
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Por su parte, Héctor Magaña, analista del Tecnológico de Monterrey, expuso que incluso, por sus planes locales de desarrollo, tanto Querétaro y Nuevo León se han posicionado como los estados más fuertes de sus regiones, es decir, la entidad queretana se ha consolidado como la fortaleza económica del Bajío y el estado regio en la frontera norte.
“En el caso de Nuevo León y Querétaro el flujo constante de las participaciones se podría deber a que concentran un porcentaje importante de la actividad industrial del país. Han generado planes a largo plazo para garantizar la inyección de recursos en su infraestructura y así mantener su liderazgo en sus regiones”, remarcó.
Quintana Roo, puntualizó Dafne Viramontes, también ha implementado una estrategia local que le ha garantizado un crecimiento económico impulsado por el turismo, pero un factor diferencial es que se ha enfocado en aprovechar la inversión del gobierno federal en proyectos como el Tren Maya.
“Quintana Roo sabe que es prioridad para la Federación, con las inyecciones de presupuesto que le están haciendo con el Tren Maya. Aquí hay un mayor dinamismo económico impulsado por el turismo, por el desarrollo inmobiliario y eso beneficia en términos del cálculo que se hace para la distribución de los recursos”, dijo.
El dinamismo económico es importante, sin embargo, el analista Kristobal Meléndez atribuye el crecimiento del gasto federalizado a la política fiscal.
“La otra variable importante es la recaudación local. Estos son estados que han tenido buen desempeño. De nada sirve que un estado tenga un gran crecimiento económico sin una política fiscal local, en Quintana Roo cobran el Predial, ahí los hoteles pagan un monto importante. Los tres estados tienen impuestos locales importantes”, señaló el especialista en finanzas públicas.
Las caídas
En la otra cara de la moneda, se registraron 19 entidades federativas con caídas en el gasto federalizado, de las cuales, los desplomes más pronunciados fueron en Campeche (14.1%), Tabasco (11.4%) y Ciudad de México (9.7 por ciento).
Para Héctor Magaña, las bajas en Campeche y Tabasco obedecen a su dependencia hacia el sector petrolero y la vulnerabilidad que hay dentro de éste, así como la incapacidad para aprovechar los proyectos federales.
“Por ejemplo, para Tabasco, la disminución de las participaciones ha sido compensada por la llegada de recursos de inversión para la construcción de la Refinería de Dos Bocas, pero el pendiente ha sido incrementar su recaudación”, dijo.
Al señalar que en otros sexenios federales los estados petroleros han sido los más vulnerables en entrega de participaciones, la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes indicó que lo preocupante es ver que la Ciudad de México está presentando una de las mayores caídas en el gasto federalizado.
“Debería al contrario encontrarse dentro de los primeros lugares de crecimiento con estas fórmulas. La caída del gasto de la capital del país en este sexenio se debe tomar como un mensaje de que su actividad económica no fue por buen camino, esto tomando en cuenta su independencia financiera”, consideró.
Pacto fiscal, necesario: especialistas
A la par, el gasto federalizado fue menor a los registros de la gestión de Enrique Peña Nieto, con una caída real de 3.2%; de las 32 entidades, únicamente Chihuahua mostró una variación positiva, de apenas 0.1% real.
Todo el panorama del cierre del sexenio, recalcó Héctor Magaña, indica que el gasto federalizado no está creciendo de manera importante y que la necesidad de una modificación al pacto fiscal crece.
Es una tarea pendiente, ya que con los ajustes realizados al presupuesto de egresos tras la
de la pandemia, el tema del pacto fiscal ha perdido cierta relevancia”, comentó.
“Se ha perdido mucho tiempo y se ha pasado la bolita a la siguiente administración. Es necesaria una reforma fiscal para que las entidades federativas incrementen sus ingresos, se deben tomar decisiones difíciles”, recalcó Viramontes.
Grandes proyectos de infraestructura en el sur compensan baja en gasto federalizado
Si bien algunas entidades del sur-sureste del país redujeron su gasto federalizado en la administración de Andrés Manuel López Obrador, está región se ha visto beneficiada en el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura.
De acuerdo con los Criterios Generales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por seis años, del 2019 al 2024, se catalogaron como proyectos prioritarios al Tren Maya y el Istmo de Tehuantepec, asegurándoles una partida presupuestaria federal anual.
El Tren Maya fue el proyecto al que mayor monto anual se le buscó asignar. En el arranque de la administración federal, que fue el 2019, se presupuestaron 6,000 millones de pesos, para el 2020 fueron 2,500 millones, para el 2021 el monto ascendió a 36,288 millones, para el 2022 fueron 63,231.60 millones, para el 2023 fueron 143,073.30 millones y para el 2024, que es cuando finaliza el mandato de López Obrador, se estiman 120,000.00 millones.
Para el Corredor Transístmico la asignación en los presupuestos de Egresos, tampoco faltó en cada año de la administración de López Obrador. Esta obra arrancó con una proyección de 900 millones de pesos en el 2019. Para el 2020 fueron 3,195 millones, en el 2021 fueron 3,509 millones, en el 2022 fueron 10,000 millones, en el 2023 fueron 7,682.2 millones, y para el 2024 se prevén 21,059.3 millones.
Ante este panorama, la inversión gubernamental en los proyectos del sureste del país también ya la convirtió en la región con mayor crecimiento en materia de consumo. De acuerdo con NielsenIQ (NIQ) México, desde que arrancaron los proyectos federales de infraestructura el consumo ha crecido a un ritmo de 4% anual.
Mientras que el Banco de México (Banxico), en el Reporte sobre las economías regionales, informó que durante el segundo trimestre del año la actividad económica de la región sur presentó el mayor crecimiento económico, de 6.0% anual.
Con información de El Economista