Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO. – El presidente Andrés Manuel López Obrador expuso hoy detalles generales de su desencuentro con el sector empresarial que, a principios de mes, le habría propuesto usar 25 mil millones de pesos como garantía de crédito y una postergación del pago de impuestos por varios meses.
De acuerdo a información de Proceso, la propuesta se realizó, dijo, el jueves previo a su “informe” trimestral, un acto que realizó el 5 de abril, por lo que habría sido el 2 de abril cuando las cúpulas empresariales le solicitaron una serie de medidas para enfrentar la crisis económica que él rechazó.
En Palacio Nacional, durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador fue cuestionado sobre la propuesta del Consejo Mexicano de Negocios (una organización que reúne a medio centenar de los hombres más ricos de México), que el pasado domingo anunció la gestión de 12 mil millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID Invest) para apoyar a 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
En un primer momento, el mandatario evitó referirse al asunto hoy destacando su programa de ayudas sociales de 25 mil pesos, destinados a lo que llama pequeños empresarios (en realidad microempresas o prestadores de servicios), pero ante la insistencia, reveló la reunión y el motivo del desacuerdo.
Según López Obrador, el 2 de abril dio a conocer los aspectos de su plan de apoyo a la economía popular hablando de los 25 mil millones de pesos que destinaría para otorgar un millón de créditos, cuando “un representante de los Hombres de Negocios”, le propuso que esa cantidad podía servir de garantía para otorgar entre 5 y 8 millones de créditos.
Con la idea de realizar una consulta, la propuesta se formalizó el sábado 4 de abril: la oferta empresarial era otorgar con esa garantía un millón 140 mil créditos con esa garantía. El mandatario se negó.
“O sea que no daban nada. La garantía, el riesgo… ¡lo cubrían todo! Entonces lo que les plantee es que así, mejor lo damos directo nosotros a la tasa del 6%. Pero que ayudaran.
“¡No! el propósito era otro. Era el que –y lo siguen diciendo– nos endeudáramos. ¿Ustedes creen que yo a la primera voy a solicitar crédito sin hacerle la lucha ahorrando para no hacer en deuda?
“Eso era una cosa y la otra era para pagar los impuestos de tres, cuatro o seis meses, cuando pasara la crisis. Imagínense: si decretamos una prórroga para que se paguen los impuestos después nos quedamos sin recaudación”.
Ayuda para cobrar impuestos
El presidente repasó los programas sociales creados en su administración que se verían afectados por una medida como esa, y entonces expuso que fue así cuando les pidió a los empresarios ayuda para cobrar los impuestos por 50 mil millones de pesos que debían 15 grandes empresas.
“Por eso les mandé una carta diciéndoles, ayúdenme. No es su función, ya lo sé, pero sensibilicen, convenzan a los que deben, que no pagan y tienen (dinero)”.
Desde marzo, y particularmente los primeros días de abril, las cúpulas empresariales y el presidente han tenido diversos desencuentros por la diferencia de visiones sobre el cómo enfrentar la crisis económica consecuencia de la pandemia. Las cámaras y organismos han solicitado créditos y estímulos fiscales, mientras el mandatario se mantiene en la posición de apoyar sólo microempresas y prestadores de servicios con 25 mil pesos, como una manera de activar el consumo y por ende la economía.
Hoy reiteró que sigue en el cobro de impuestos a las grandes compañías y dio a conocer que una empresa que tiene una deuda que asciende a 10 mil millones de pesos ya fue denunciada para un total de dos procesos, uno de estos por la vía penal, en su insistencia de sacar de ahí recursos.
En tanto, luego de que ayer López Obrador se negara a avalar el crédito anunciado por el Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, presidente de la llamada “cúpula de cúpulas”, dijo que no era necesario el aval de Hacienda pues se trataba de un anuncio privado.
La confusión, al parecer, tiene qué ver con que el presidente confundió la idea de un aval del gobierno que comprometía recursos públicos, y la equiparó con el rescate financiero de los años noventa, el Fobaproa, cuando en realidad se trataba de la autorización de Hacienda en calidad de ser accionista del BID, igual que todos los países miembros. Es decir, no un aval que comprometa recursos públicos sino una autorización dentro del propio BID Invest.
Riesgo de corrupción
Hoy, López Obrador replanteó el asunto pues dijo, colocar dinero como garantía, es decir un aval, era justamente lo que le habían planteado y expuso que por eso veía riesgo de corrupción:
“No nos oponemos, nada más que no sea a costillas del erario. Además eso es lo más normal, que las empresas puedan obtener créditos. Ellos tienen capacidad para obtener créditos, lo que no queremos, no vamos a permitir, es que esos créditos si no se pagan pasen a ser deuda pública. Nosotros no avalamos eso.
“Esto es: no podemos darle un trato preferencial a quienes tienen posibilidad económica habiendo en México tanta pobreza, es lo mismo del Banco de México. Es un organismo autónomo, respetamos su independencia, pero estamos pendientes del manejo de las reservas porque son de la nación. Entonces ese dinero lo tenemos que cuidar todos. Nada de transferencias de recursos públicos a particulares sólo por influyentismo, ya eso se terminó”.
“Pero desde luego que la iniciativa privada puede hacer sus trámites y conseguir sus créditos. Nosotros nos estamos ocupando de los pequeños empresarios. Con estos créditos que se están dando y al mismo tiempo se ayuda a los medianos y grandes empresarios (porque se estimula el consumo)”, dijo el mandatario.
Con información de proceso.com.mx