No hay duda de que las movilizaciones por la defensa del INE en todo el País, incluido Cancún, son un revés político para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena.
Pero, en el contexto de Cancún y Quintana Roo, hay otro gran perdedor: el PAN.
Según cálculos oficiales, la movilización de Cancún fue de unas tres mil personas, obvio, en su inmensa mayoría de clase media “pa’ arriba”, que es el mercado electoral natural del PAN.
Tras los fracasos de 2021 y 2022, la propia oposición justificaba hacia adentro que Cancún se ha había vuelto una sociedad inmovilizada e indiferente.
Pero este diagnóstico conformista fue desmentido ayer.
Simplemente en Cancún el PAN ha se hundido más y más por su entreguismo a Morena, que desde 2018 preside el ayuntamiento de Benito Juárez.
En los dos trienios que lleva de gobierno Morena en Cancún, los regidores del PAN ha sido comparsas , mientras que la dirigencia municipal ha optado por un silencio cómplice.
El PAN se hundió sólo, pero, con lo ocurrido este domingo, quizá podría empezar a remontar en Cancún. Quizá.