Todos siguen esperando el golpe de mano de la 4T en Quintana Roo, en cuanto a los excesos y actos de corrupción heredados de gobiernos del PRIAN.
Pero, como diría el clásico, no pasa nada.
De los “pendientes”, cobra especial relevancia la concesión a Aguakán.
Y es que, desde hace casi 10 meses está el mandato en la urnas de mandar a volar a Aguakán, pero nadie hace nada, ni los ayuntamientos, en los que opera esta empresa; ni CAPA; ni la Legislatura.
Además, el asunto sigue tornándose cada mas grave.
El diputado Julián Ricalde reveló que Aguakán debe ¡¡ 7 mil millones de pesos !! al Gobierno estatal por incumplimientos en el pago de contraprestaciones y obligaciones, y además ha reprobado las evaluaciones que le ha realizado la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).
Es decir, Aguakán va de mal en peor
Y la pregusta obligada es ¿Qué hace a Aguakán inmune e impune?