Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.-La Auditoría Superior de la Federación (ASF) emitió un informe lapidario sobre el Puente Nichupté de Cancún, una de las obras más controvertidas del gobierno federal de la 4T en el estado.
Según el Tercer Informe de la Cuenta Pública 2022 emitido días atrás, el Puente se está construyendo para un flujo vehicular mucho menor al requerido y con algunas inconsistencias insólitas, como por ejemplo que no contempla el tráfico que podría agregarse desde la avenida Rodrigo Gómez o Kabah.
Hay que recordar que esa avenida es justamente una de las que se incorpora a la glorieta que da inicio a la entrada al Puente sobre el cruce de la Luis Donaldo Colosio y Bonampak.
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Pero aún así, las consideraciones de tráfico que se hicieron son menores a las requeridas.
Lo dice textualmente la auditoría practicada por las ASF a esa obra.
“Para el proyecto ejecutivo se consideraron indicadores de Tránsito Diario Promedio Anual (TDPA) conforme al Estudio Costo-Beneficio, menores a los determinados en los datos viales de la SICT; además, de que no se consideró la Avenida Rodrigo Gómez en el estudio de demanda como red vial relevante, que incrementaría el Tránsito Diario Promedio Anual real”.
En la primera fotografía que acompaña abajo a esta nota, hay una tabla que es parte de ese documento de auditoría, en la cual se deja en claro en donde se han considerado flujos mucho menores a los requeridos.
Como se puede ver allí, por ejemplo, en el tramo del Boulevard Kukulcán norte, se toma un TDPA 35350 vehículos, cuando la propia SICT calcula un TDPA de 46423 vehículos. O sea, se calculan 11073 vehículos menos por día.
Construcción del Puente
Otro tramo es el de la Avenida Bonampak, donde el cálculo para la construcción del Puente es de 10829 vehículos menos de lo requerido, y con respecto a la carretera Cancún Tulum hay 15857 vehículos diarios menos de lo estipulado por la SICT.
En total, en los seis tramos contemplados en el análisis, se toma en cuenta un TDPA de 288418 vehículos, contra un TDPA requerido de 327324 vehículos.
Son 38906 menos que los óptimos.
Y eso que no se contó la avenida Kabah.
En base a esos números, dice la ASF que hubo una “deficiente planeación” en el proyecto:
“Se observó que se efectuó una deficiente planeación en el proyecto con clave de cartera núm. 22096430001, “Puente Vehicular Nichupté”, debido a que la propuesta del proyecto es una carretera tipo “C”, la cual está diseñada para un Tránsito Diario Promedio Anual (TDPA) de 500 a 1,500 vehículos, como se especifica en las
“Recomendaciones de Actualización de Algunos Elementos del Proyecto Geométrico de Carreteras”, lo que se considera insuficiente, ya que es mayor el TDPA señalado en el Análisis Costo-Beneficio (ACB); aunado a lo anterior, se consideraron TDPA menores a los de la SICT en el Análisis Costo-Beneficio, como se detalla en la tabla siguiente”.
El Puente Nichupté es una de las obras más polémicas de la 4T en Quintana Roo.
Al principio fue diseñado como un puente privado y de cuota, que era un negocio del gobierno de Carlos Joaquín, pero finalmente se decidió hacerlo público y sin peaje.
Inició con un costo de 5 mil millones de pesos, y ya lleva 7200 millones presupuestados.
Por cierto, con ese dinero podrían haberse hecho mas de 100 rellenos sanitarios en el estado, o incluso utilizar técnicas más avanzadas y terminar para siempre con el problema de la contaminación y la basura en el estado.
Con información de La Opinión QR