Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MADRID.- Un medicamento ampliamente disponible y económico que se usa para aliviar los síntomas de la indigestión puede ser un buen candidato para tratar la infección por COVID-19 en los casos en que la enfermedad no requiere ingreso hospitalario, sugieren los hallazgos de una pequeña serie de casos, publicada en línea en la revista Gut.
Los efectos se sintieron dentro de las 24 a 48 horas de tomar famotidina, y ahora se justifica un ensayo clínico riguroso para ver si podría ser un tratamiento efectivo para COVID-19, señalaron los investigadores.
La famotidina pertenece a una clase de medicamentos conocidos como antagonistas del receptor de histamina-2, que reducen la cantidad de ácido estomacal. Se puede tomar en dosis de 20-160 miligramos, hasta cuatro veces al día, para el tratamiento del reflujo y la acidez estomacal.
Los investigadores informaron sobre 10 personas (seis hombres y cuatro mujeres) que desarrollaron la infección y que estaban tomando famotidina durante la enfermedad.
La gravedad de tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de cabeza y pérdida del gusto y el olfato, así como malestar general, se midió utilizando una versión de una escala de cuatro puntos que por lo regular se aplica para evaluar la gravedad de los síntomas del cáncer.
Siete de los pacientes dieron positivo para COVID-19, mediante una prueba de hisopo, dos tenían anticuerpos contra la infección y uno no fue examinado, pero un médico le diagnosticó la infección.
Tenían factores de riesgo
Sus edades oscilaban entre 23 y 71 años; además, tenían una amplia gama de antecedentes étnicos y factores de riesgo conocidos para la gravedad por el coronavirus, incluida presión arterial alta y obesidad.
Todos comenzaron a tomar famotidina cuando se sentían muy mal por el COVID-19, cuyos síntomas habían aparecido desde dos hasta 26 días.
La dosis utilizada con más frecuencia fue de 80 miligramos tomados tres veces al día, con un periodo de tratamiento promedio de 11 días, que oscila entre cinco y 21 días.
Los 10 pacientes dijeron que los síntomas mejoraron rápidamente dentro de las 24-48 horas de comenzar a tomar famotidina y que en su mayoría desaparecieron después de 14 días.
La mejoría fue evidente en todas las categorías de síntomas evaluadas, pero los de la tos y la dificultad para respirar mejoraron más rápidamente que los sistémicos, como la fatiga.
Siete de los pacientes no experimentaron efectos secundarios, y en los tres restantes, éstos fueron leves, y todos, excepto el olvido temporal, fueron conocidos efectos secundarios asociados con la toma del medicamento.
Nuestra serie de casos sugiere, pero no determina, un beneficio del tratamiento con famotidina en pacientes ambulatorios con COVID-19, advirtieron. No está claro cómo funciona: si incapacita al virus de alguna manera o altera la respuesta inmune de una persona.
Con información de Europa Press.