Alejandro Peza/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia anunció la próxima reapertura de la zona arqueológica de Oxtankah, ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Chetumal, en la que un nuevo circuito de visita permitirá transitar entre la época prehispánica y la colonial que llevará a los visitantes por un recorrido cronológico de la que fuera la ciudad más grande e importante de la bahía de Chetumal.
El director del proyecto arqueológico, Luis Raúl Pantoja Díaz, informó que se trabajaron unidades habitacionales y se complementaron áreas de excavación que estaban pendientes, desde las iniciativas que encabezaron Fernando Cortés y Hortensia de Vega, en los años 80 y 90.
Explicó que un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), está a pocas semanas de concluir tareas que han contado con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), las cuales han consistido en recuperar áreas que estaban aisladas del circuito de visita, para conformar un corredor que permita entender la evolución del asentamiento.
Te puede interesar: Descubren sistema de captación de agua subterráneo en zona arqueológica de Tulum
Luis Raúl Pantoja Díaz, mencionó que se trabajaron unidades habitacionales y se complementaron áreas de excavación que estaban pendientes, desde las iniciativas que encabezaron Fernando Cortés y Hortensia de Vega, en los años 80 y 90 del siglo XX, respectivamente.
“Con esto hemos dado estabilidad a los edificios; aparte, se modificaron senderos que dañaban algunos montículos, y creamos rutas alternas”, señala el especialista, quien también ha llevado a cabo la investigación y conservación de Oxkintok, en Yucatán.
De esta manera, se transitará de la época prehispánica, a través de las plazas y conjuntos Columnas, Abejas, Tortugas, Serpiente y Kanjobal, hacia la ocupación colonial, con la capilla del siglo XVI, símbolo de la fundación del pueblo de Oxtankah, y una de las tres capillas, junto con las de Boca Iglesia, al norte de Quintana Roo, y Dzibilchaltún, Yucatán, en entorno prehispánico.
Pantoja Díaz refiere que a lo largo de estas labores se han dado descubrimientos significativos; por ejemplo, en el área intermedia del sitio se consolidó un montículo que corresponde a una unidad habitacional de élite, al cual se le nombró tok’, piedra dura en lengua maya, donde se registraron los entierros de dos individuos colocados en posición sedente, y a los que se acompañó con ofrendas cerámicas que pueden fecharse para el Clásico Temprano (250-600 d.C.).
Asimismo, durante la consolidación de la Subestructura 1 del Monumento VI, en Plaza Columnas, se halló una urna de piedra que contenía una ofrenda de puntas de lanza elaboradas en sílex y cuya temporalidad también corresponde al Clásico Temprano.
En tanto, fragmentos de al menos siete incensarios-efigie, fueron descubiertos asociados a osamentas incompletas, en los altares D, E y F, localizados al frente de la Pirámide I de Plaza Abejas, los cuales datan del Posclásico, hacia 1,100 d.C.
Un dato relevante es que Oxtankah fue explorada por vez primera hace 111 años por Raymond Merwin y, ahora, por el grupo interdisciplinario encabezado por Luis Pantoja, a quien auxilian en campo Maribel Gamboa y Joaquín Venegas, además de Zureli Medina, Víctor Ley, Donato Martín y Miguel Contreras.