CIUDAD DE MÉXICO.- El senador del PAN, Ricardo Anaya, denunció que el “oficialismo” ha “presionado” a senadores para que voten a favor de la iniciativa Judicial.
Durante la discusión en Comisiones del Senado sobre la reforma al Poder Judicial, el excandidato presidencial afirmó que conoce las situaciones de tiempo, modo y lugar de al menos tres senadores que han sido acosados.
A continuación, el discurso íntegro del Senador:
Muchas gracias, Presidenta.
Me voy a gastar mi primer minuto. Yo no vine aquí a recitar monólogos, yo sí le quiero responder al compañero Alejandro González Yáñez, a quien además respeto.
En todo ser humano hay luces y hay sombras. No se les olvide que ese mismo Vasconcelos escribió y sostuvo el disparate de la raza cósmica, y no se les olvide que el final de su vida fue francamente fascista.
La diferencia entre la religión y la ciencia, y eso incluye la ciencia política, es que en ciencia política no hay más autoridad que la evidencia, la razón y el pensamiento propio.
A mí no me representa el racismo de Vasconcelos, no me representa el fascismo de Vasconcelos y no me representa ese texto, aunque lo haya escrito Vasconcelos.
Yo quiero iniciar exigiéndole respetuosamente al oficialismo, que dejen de presionar a las y a los senadores de la oposición. Yo no me atrevería a hacer esta denuncia si no tuviera conocimiento, con circunstancias de tiempo, modo y lugar, de al menos tres compañeras senadoras y senadores, a quienes se les están haciendo propuestas corruptoras, por un lado, y por otro lado se les está acosando a los senadores.
Y, por otro lado, se les está acosando a través de las fiscalías estatales. Les pido respetuosamente que dejen a las senadoras y a los senadores votar en libertad.
Segundo, yo las quiero y los quiero invitar a que tengamos un debate de altura, que hoy no haya gritos, no haya insultos. Me está pidiendo la palabra, usted decide.
Me quitaron 30 segundos mientras discutíamos esto y yo sí pediría que quede constancia que yo sí acepto la pregunta del senador Huerta, porque aquí no hay ningún problema. Aquí venimos a dialogar y a debatir, no a que cada quien lea el discurso que trae impreso, pero como no tengo yo la autoridad, acato lo que ha definido la presidenta.
Segundo. Les pido que tengamos un debate de altura, que no haya gritos, que no haya descalificaciones, que no haya insultos, que discutamos ideas y discutamos conceptos con civilidad.
Yo coincido en que hace falta una reforma profunda al sistema de justicia en México. En México se cometen al año entre 27 y 30 millones de delitos. Mujeres violadas, acosadas, migrantes traficados, personas a las que les roban en su casa, en la vía pública. Y de todos esos delitos, lo sabemos quienes estamos aquí, de cada 100 delincuentes, ¿a cuántos se castiga? A uno.
¿Quién en su sano juicio se puede oponer a una profunda reforma en materia de justicia en nuestro país?
Y hay algunos miembros de la oposición, no en mi partido, algunos críticos que se han molestado conmigo porque sostengo que muchos críticos mordieron el anzuelo que les aventaron desde Palacio Nacional, en “La Mañanera”.
Porque el debate que se planteó en “La Mañanera” es un debate binario, falso: ¿estás a favor de que participe el pueblo o estás en contra de que participe el pueblo?
Claro que hace falta más participación ciudadana, claro que hace falta más pueblo en materia de justicia y en materia de impartición de justicia, y haré una propuesta concreta.
Pero si en lugar de informarte a través de “La Mañanera”, lees el dictamen, las 414 páginas, o por lo menos las 40 del texto que pretenden poner en la Constitución, saltan a la vista tres trampas, tres engaños que ojalá podamos hoy discutir y debatir.
Primera trampa y primer engaño: le dicen a la gente que va a poder votar de manera libre y directa y secreta para escoger a jueces, a magistrados. Lo que no le están diciendo a la gente, y lo dice el dictamen, es que Morena tendrá el control total y absoluto de la preselección de las candidatas y los candidatos.
Es como si ahora mismo elegimos aquí a un representante y yo les permito voto libre, directo y secreto, pero yo conservo la facultad de definir quién aparece en la boleta.
Y si alguien no está de acuerdo, pida la palabra para rectificación de hechos y vamos discutiéndolo.
Morena tiene el control total. No 50, no 70, 100 por ciento de quienes van a aparecer en la boleta, ésa es la primera trampa y el primer engaño; y si estoy faltando a la verdad, hagan uso de la voz, les presto mi tiempo.
Segundo: el número de boletas va a hacer que ese ejercicio, lejos de ser un ejercicio democrático, sea un ejercicio de confusión, en donde la gente termine simplemente escogiendo al azar, los del cuadrito del Ejecutivo.
Aquí, en la Ciudad de México, solamente eligiendo al 50 por ciento de los impartidores de justicia federales y estatales, tiene que haber 2 mil 161 candidaturas en las boletas para elegir 344 cargos, porque todas esas personas tienen competencia sobre todo el primer circuito judicial.
¿En serio, compañeras y compañeros, boletas, decenas de boletas, aquí en la Ciudad de México, con 2 mil 161 candidaturas para que la gente vote por 344 personas?
Ésa es la segunda trampa.
Y la tercera, y quizá la más grave, y yo respeto a muchas y a muchos de ustedes, ¿cómo pueden permitir la creación de un Tribunal de disciplina?, cinco personas que van a tener un poder que jamás ha tenido una autoridad en México, también preseleccionadas por Morena, con control total, y que tendrán tres facultades: la primera, como instancia única, no hay posibilidad de ir a otra instancia, pueden quitar a una jueza o a un juez del cargo, y no hay otra instancia.
Segunda facultad: le dan vista al Ministerio Público y lo pueden meter a la cárcel; y tercera facultad, vía juicio político, lo inhabilitan 20 años para volver a ser servidor público.
Conclusión, suena muy romántica la idea de que el pueblo elija a los jueces, pero si ustedes los van a preseleccionar, si lo que va a haber el día de la votación es una especie de tómbola popular, y si el tribunal de disciplina le va a dar la facultad a cinco personas de remover a un juez sin que haya otra instancia, de darle vista al MP y de hacerle juicio político, ¿en conciencia van a votar a favor de eso?
Y luego viene la tragicomedia, en la Constitución del país, aquí hay constitucionalistas serios, van a plasmar en la Constitución que el requisito para ser juez es sacarse 8 de promedio; ¿8 de promedio en la Constitución, compañeros?
¿Van a poner en la Constitución que el que quiera ser juez tiene que traer una carta de la vecina? Lo dice el dictamen, ¿en serio?
¿Van a poner en la Constitución que el que traiga la boleta con 8 y la carta de la vecina va a la tómbola? ¿En serio en la Constitución?
Y luego lo preocupante, yo no veo controles serios para evitar la intromisión del dinero, de los poderes fácticos y del crimen organizado.
Y termino como empecé: Yo sí quiero más participación de la gente; yo sí quiero más participación del pueblo en materia de impartición de justicia, ¿por qué nada más cada 6, cada 9 y cada 12 años?, en un modelo de elección lleno de trampas y engaños.
El modelo que sí funciona, y le hablo al presidente de la Comisión de Justicia, y funciona bien en muchas partes del mundo, es el modelo de los jurados ciudadanos, está el caso de Norteamérica, Estados Unidos, Canadá, pero también de América Latina, el caso de Brasil y Argentina, en Asia, Corea del Sur, Japón. En Europa, España, Francia, Alemania y Dinamarca que tanto les gusta citar.
Y justamente el que a mi juicio es el mejor modelo, existe en Dinamarca, jurados ciudadanos que no son convocados a votar cada 6, 9 o 12 años, que participan todos los días en la emisión de los fallos. Jurados mixtos es el modelo de Dinamarca, en donde coexiste el ciudadano común, que aporta la perspectiva del día cotidiano, y, por otro lado, juristas, técnicos, especialistas, para construir veredictos sólidos.
Yo tengo la esperanza de que ninguna y ninguno de los 43 se doble ni se venda, que logremos detener este despropósito y nos pongamos de inmediato a trabajar en una auténtica reforma a la justicia mexicana.
Muchas gracias.