Por Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN. – Como cada año, en estos días previa a la Navidad, es prácticamente imposible acceder al Mercado 23, no hay cajones de estacionamiento y sí muchas personas en todo el mercado.
Sin embargo, en este 2020 en medio aún de la pandemia por COVID-19, la situación de complica porque es más difícil respetar la sana distancia y pese a la gran afluencia, no todos los comerciantes han logrado mejorar sus ventas.
Los locales de comida son los que lucen totalmente abarrotados, desde la venta de carnes hasta la cremería, tienen a personas en fila esperando su turno; lo que contrasta con los puestos de regalos, piñatas y artículos navideños, en donde las ventas han caído entre el 30 y 50 por ciento.
Los vendedores esperaban una mejor venta al cierre del año, sobre todo porque ha sido muy difícil sobrevivir a este 2020, pero con lo que venden apenas han logrado sobrevivir.
Reconocieron que la única ventaja de estar en un mercado en donde hay productos de primera necesidad y por lo tanto siempre hay gente, es que sí a las familias les sobra un poquito después de comprar sus insumos, es cómo se animan a adquirir algún artículo navideño o de fin de año.