Redacción /NOTICARIBE PENINSULAR
TULUM.-La zona arqueológica de Cobá se mantiene abierta por disposición de los ejidatarios del lugar, pese a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el cierre indefinido del sitio, según por el incremento de casos de COVID-19.
Los ejidatarios se dicen burlados porque el INAH dispuso el cierre ocurrió tras la amenaza de ellos impedir el pago al lugar, a falta de acuerdos entre el gobierno federal y la comunidad.
“La zona (arqueológica) se encuentra dentro de la tierra común y es propiedad de los ejidatarios” dijo comisario ejidal, Fausto May Cen.
Los 133 integrantes del grupo ejidal cumplen, desde ayer, su palabra de mantener abierta el área de monumentos, con acceso gratuito a visitantes nacionales y extranjeros.
Los ejidatarios aspiran a llegar a un acuerdo con el INAH, en el cual se vean beneficiados económicamente por los ingresos turísticos generados por el manejo de la zona arqueológica de Cobá.
Advierten que mientras no lleguen a un acuerdo con las dependencias involucradas no se puede realizar ningún cobro.
En el lugar, perteneciente al municipio de Tulum, se cumple con el protocolo sanitario: toma de temperatura, uso de cubrebocas y aplicación de gel antibacterial.
El martes por la noche el INAH anunció el cierre de esta zona arqueológica por tiempo indefinido, a raíz de un contagio de COVID-19. A inicios de este mes, Cobá permaneció cerrado por siete días por el mismo motivo.
La mayor parte de la ciudad Cobá fue construida a mediados del periodo Clásico de la civilización maya, entre los años 500 y 900 de nuestra era y poseía varios templos, entre los cuales sobrevive la pirámide del Nohoch Mul, de 42 metros de altura.