Y en más sobre la caída de la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador en Quintana Roo, uno de las razones principales de esta desplome sería que el Gobierno federal tiene en semiabandonada a la entidad.
No hace mucho Quintana Roo estaba en el Top 4 en las encuestas de la popularidad del Presidente por entidad federativa y, de acuerdo a recientes estudios de opinión ha caído hasta el sitio 14.
Si bien la 4T puede presumir sus proyectos estratégicos en Cancún, estas “megaobras” no lo son todo y hay otros muchos asuntos que están al aire.
Pero, además estos proyectos estratégicos básicamente están enfocados al turismo, a excepción del caso de la ampliación de la Chac Mool.
La infraestructura urbana de Cancún es insuficiente y la que cada vez está más deteriorada. La ciudad está estrangulada, y esta “inmovilidad” se ha recrudecido con las obras de las Colosio.
Otros rubros, como el medio ambiente y justicia están reducidos a su mínima expresión
Por si fuera poco, hay dependencias, como el Instituto Nacional de Migración que sigue en su mismo esquema de abusos y corrupción como en los tiempos del PRIAN, mientras que otras están a su suerte como los relacionados a la salud y se podría hasta señalar que las cosas están peor que antes.
Y para remachar, tras cuatro años la designación de Arturo Abreu, como “superdelegado”, sigue pareciendo más un acto de compadrazgo y cuatachismo.
No podría dejarse a un lado, la relevancia que tiene el PVEM en Quintana Roo, que ha avanzado a costa más de Morena que de otros partidos.
Por otra parte, la presencia de López Obrador en Quintana Roo, prácticamente se ha reducido a sus insistentes visitas para supervisar el proyecto del Tren Maya, lo cual hace, además, desde la alturas.
Quintana Roo es una estado que no sólo tiene una importancia mundial, sino que sigue siendo muy demandante.
Y todo parece indicar, que López Obrador se ha quedado corto en las expectativas que había creado en Quintana Roo