Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- El general brigadier diplomado de Estado Mayor, José Guillermo Lira Hernández, quien labora como general ayudante en el Heroico Colegio Militar fue secuestrado cuando se encontraba camino a Puebla el viernes pasado, confirmaron fuentes castrenses.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que recibió información del tema, pero se negó a dar detalles argumentando “cuestiones de seguridad”.
El militar estuvo al frente de un batallón que ha enfrentado a uno de los carteles de la droga más sanguinarios de la historia de México y recientemente había sido nombrado en un alto cargo en el Ejército, por lo que una de las líneas de la investigación sobre las que trabajan las autoridades castrenses a cargo es una posible venganza.
El secuestro fue notificado la noche del viernes por la familia a las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cuyos mandos solicitaron el apoyo de la Fiscalía de Justicia de Puebla.
El parte informativo de la Fiscalía señala que el general brigadier estaba a 20 minutos del municipio de Izúcar de Matamoros cuando su familia perdió contacto con él.
Posteriormente, la propia familia dio parte de una petición de rescate por cinco millones de pesos.
Las autoridades ministeriales comenzaron con las investigaciones del caso, incluyendo la georeferenciación de su teléfono celular.
Hasta el momento se desconoce si el general secuestrado fue víctima circunstancial de este delito o si se trata de un acto ilícito preparado con antelación.
En tanto que elementos de la Sedena han puesto en marcha un intenso operativo de búsqueda en la zona límite entre Puebla y Morelos para tratar de dar con su paradero.
La última ubicación que se tiene por la señal del GPS del vehículo en el que viajaba el militar fue en la localidad de San Juan Calmeca, municipio Tepexco por lo que se presume que en ese punto fue levantado por algún grupo delincuencial.
Aunque la información se maneja con gran hermetismo, hay versiones de que el carro Audi A3 ya fue encontrado abandonado e incendiado por la Policía Federal.
De acuerdo con la información obtenida, tanto con autoridades estatales, como federales y del orden militar, el general secuestrado tuvo un último contacto con su familia para avisar que estaba cerca de Izúcar de Matamoros, pero cuando faltaban aproximadamente 20 minutos para llegar al destino su esposa perdió contacto con él.
A las 5 de la tarde y 20 minutos del sábado, según la versión de una hermana de la esposa del general, “los secuestradores llamaron a mi hermana alrededor de las 17:20 y pidieron rescate.
De acuerdo con el parte del Centro de Coordinación Regional (Cecore) Atlixco, Base de Operaciones Tepexco —del que Excélsior tiene copia— el oficial Ángel Mijangos Méndez, con tres elementos más, a bordo de la unidad 1159 auxiliaron a la esposa del militar, quien denunció la desaparición del general; el general se reuniría con ella en Izúcar de Matamoros, Puebla.
Los oficiales policiacos y la esposa del general se dirigieron hacia la comunidad de San Juan Calmeca, sobre la carretera 160 y ahí tuvieron el apoyo de la policía municipal de Tepexco, al mando del comandante Luis Antonio Calvillo Cazares con cuatro elementos más en una patrulla rotulada con el número 10. Realizaron las primeras investigaciones durante 65 minutos, sin resultados positivos.
Por información privada que tuvo una hermana de la esposa del general, se pudo saber que el general iba a la casa de su suegra en Izúcar de Matamoros “a visitar a su hija, pues está resguardada allá desde que empezó lo del coronavirus”.
Con información de proceso.com.mx y Excelsior.