Agencias
CANCÚN.- El ensayo Las vías de la biodiversidad’, de la revista independiente Metabólica, alerta que “hay miles de especies que serán afectadas”, y Ocean Futures Society, oenegé creada por el explorador Jean Michael Cousteau, emitió una carta que pide dimensionar la magnitud del daño ambiental.
En tanto, la petición “No al Tren Maya sobre los cenotes y cuevas de Quintana Roo”, publicada el 8 de febrero por Pedro Ortega en la plataforma change.org, tenía hasta las 22:30 del miércoles 29 de marzo cerca de 130 mil firmas —de 150 mil que solicita la aplicación para ser “una de las más votadas”.
En los tres casos el destinatario es el mismo: el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la intención la misma: que se dé cuenta la catástrofe que provocará por otro de sus caprichos: construir el Tren Maya sin estudios y proyectos ejecutivos, y ninguna Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
El ensayo de Metabólica informa que el Sureste mexicano es considerado parte del hotspot de biodiversidad mesoamericana. El término surgió en 1988, y se refiere a las regiones insustituibles del mundo por su concentración de especies endémicas, con alto grado de amenaza; en la península destacan nueve.
El magazine científico advierte que de Los Laureles a Constitución es uno de los tramos más perniciosos para la fauna de la selva, debido a que cruza las áreas naturales de Balamkú y Calakmul, que son el hogar de más de 558 especies de vertebrados entre los que destacan especies emblemáticas.
Así, el jaguar no es la única especie afectada por el paso del ferrocarril —en la selva de la región se estima que hay casi 750 adultos camino a la extinción—, también las crías de ocelotes o tigrillos, atropellados en zonas urbanas como Cancún, amenaza que crece con los polos de desarrollo alrededor del tren.
También está en riesgo de extinción la salamandra lengua de hongo yucateca, debido a la degradación de su hábitat y la persecución, así como los monos aullador y araña, el hocofaisán, el tapir centroamericano, los murciélagos y el mico de noche o Kinkajú.
La oenegé creada por el explorador acuático francés, por su parte, emitió una carta que se suma a la petición de ambientalistas, investigadores, académicos, artistas y músicos para que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador recorra el tramo cinco y dimensione la magnitud del daño ambiental que está provocando.
“De aceptar, los expertos proporcionarían la información técnica que justifica la razón por la que no es viable construir el Tren Maya como se está ejecutando, debido a que las obras se han hecho sin contar con el imprescindible estudio de impacto ambiental”, se lee en el documento.
Grupo Cousteau, que ha hecho exploraciones, filmaciones, investigaciones y contribuido en numerosos estudios ecológicos en México durante más de cuatro década, refiere que “le aseguramos que no estamos pagados por nadie y que siempre hemos creído que debe imperar la buena voluntad”,
La víspera, Gonzalo Merediz Alonso, líder de Amigos de Sian Ka’an, señaló que “no hay programas de impacto ambiental, estudios técnicos, proyecto ejecutivo ni Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y estudios de uso de suelo. Es muy difícil decir qué impacto puede tener el paso de un ferrocarril”.